En dialogo con FM REPUBLICA 100.1, Ada Rizzardo de Morales, mamá de Maria Soledad Morales se refirió al tan luctuoso episodio que lo tocó vivir a su familia con el asesinato cometido en contra de su hija hace 3 decadas, hecho que revolucionó a la sociedad catamarqueña a nivel social y político y marcó un antes y un después en cuanto a la modalidad de las manifestaciones populares, ya que las Marchas del Silencio que se efectuaron para pedir justicia por su asesinato llegaron a convocar a la calle, y en total silencio, a más de 30.000 personas.
Ada nos contó que «como madre todos los días mi hija está presente. Pero todos estos días para nosotros son muy dolorosos. El día 7 mi hija salió de su casa, el 8 murió, el 10 se la encontró a la vera del camino y el 12 era su cumpleaños. Cumpliría 48 años. Me encuentra como siempre, luchando por verdad y justicia, ese fue nuestro objetivo siempre»
Cuando ocurrió lo de mi hija, decía: ojalá que ninguna madre nunca más tenga que pasar lo que pasó Ada. En ese momento no estaba la figura de femicidio, pero creo que el femicidio más grande de la historia de Catamarca fue el de mi hija.
Seguidamente Ada Rizzardo manifestó: Acá, primero, en vez de buscar a los responsables, a todos, porque no son dos, son muchos más, ¿qué hicieron? Descalificar, hablar mal todo el tiempo de Sole, tratando de justificar lo injustificable. Entonces fue tremendo lo que vivimos. Imagínese usted, mi hija, ¿qué daño pudo haber hecho a los 17 años? Iba a 5° año, traía el diploma de asistencia perfecta. Nosotros teníamos tanta ilusión, tanta esperanza con nuestra hija. Ella tenía sus proyectos, quería ser alguien en la vida y todo esto quedó trunco en el camino.
Cuando condenaron a Luque y Tula, ordenaron abrir nuevas investigaciones por el encubrimiento pero las dejaron prescribir. ¿La Justicia tiene una deuda con usted?
Por supuesto, sí. Porque acá con Elías no tuvimos ni una cuarta parte de justicia. Condenaron a Tula y a Luque y fue como que nos dijeron ‘confórmense con eso’. Pero si acá hubo 33 falsos testimonios. Nunca investigaron el sanatorio donde la tuvieron a mi hija, no investigaron a los bomberos que lavaron el cuerpo de mi hija, tampoco a los policías que estuvieron en el amanecer cuando el chofer de colectivo los vio dejando el cuerpo de mi hija. Entonces toda esa gente salió totalmente impune. Y hace años que Luque y Tula están caminando por la calle como si nada.
Elías y Ada Morales no quisimos dividir a nadie, estábamos los que queríamos verdad y justicia, y después estaban los que apoyaban a los culpables.
-¿Tuvieron verdad y justicia?
A medias, falta mucho pero no creo que vaya a tenerla totalmente. Ada Morales cada día va sabiendo más cosas, gente que recién ahora me cuenta cosas que no se animó en su momento. Yo estoy muy agradecida a los que caminaron, a los compañeros de Sole que se pusieron al hombro las marchas de silencio. A los jóvenes, a las nuevas generaciones que se están enterando ahora lo que hicieron con mi Sole, les diría que las tomen como ejemplo. Que con sólo 17 años no tuvieron miedo, enfrentaron al poder político y policial de ese momento. Así nacieron las marchas del silencio.
A los jóvenes que quieren trabajar para que vivamos mejor, les digo que tomen el ejemplo de esas chicas, que sin violencia, en silencio lucharon por la verdad y la justicia. Y el silencio pudo más: golpeó los oídos, golpeó el corazón de todos.