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7 marzo, 2020 18:38

Hacer un huevo duro puede parecer algo simple pero existen varios errores que muchas personas cometen cuando los cocinan.


7 errores que nunca hay que cometer cuando hacés huevo duro7 errores que nunca hay que cometer cuando hacés huevo duro

Hacer un huevo duro es una de las tareas básicas de la cocina. Lo único que requiere es sumergirlo en agua caliente, sacarlo y pelarlo. Sin embargo, este procedimiento que parece muy fácil esconde varios errores que nunca deberían cometerse.

1- Usar un huevo que no sea fresco

Resulta imprescindible que el huevo sea fresco y de calidad para que quede perfecto, ya sea en forma como sabor. Cuando el huevo no es fresco pierde agua y la yema se desplaza fácilmente.

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2- Tamaño del huevo y el recipiente

El tamaño del huevo ideal es medio-grande y el recipiente donde lo hervimos debería ser más chico que grande, sobretodo si hacemos uno solo. Es importante también ser generosos con el agua donde se hervirá: debe cubrirlo por completo.

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3- Miedo a la rotura

Uno de los temores más grandes es que se rompe el huevo antes de cocinarse. El truco es que nunca hay que introducir el huevo recién sacado de la heladera dentro del agua hirviendo.

Esto es porque se provoca un choque térmico muy abrupto. El agua tiene que estar fría o con un grado menor a la ebullición y el huevo debe estar a temperatura ambiente.

4- No controlar el tiempo de cocción

Los tiempos de cocción del huevo varían según la textura que queramos conseguir para el huevo duro. La solidez se alcanza entre los 10 y 15 minutos.

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5- La yema queda verde

La yema de color verde es uno de los principales errores que se cometen al hacer huevo duro. El verde se produce por el calor prolongado y se puede evitar con una cocción breve, siempre utilizando huevos frescos.

6- No sumergirlo en agua fría

Una vez cocido, el huevo debe ser sumergido en agua fría para que deje de cocerse con el calor que acumuló dentro. Aparte el agua sirve para pelarlo mejor.

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7- Guardar el huevo una vez cocido

El huevo duro puede conservarse unos días en la heladera pero es preferible comerlo a penas se cocina. Si se guarda durante mucho tiempo comenzará a desprender un olor desagradable.

Fuente: La Vanguardia

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