El Gobierno nacional resolvió extender el aislamiento social obligatorio al menos
hasta el domingo 3 de mayo. Alberto Férnandez y Santiago Cafiero se reunieron
en Olivos para definir el segundo plazo de extensión de la medida que, en principio,
sería hasta el lunes 27 de abril. El criterio para el anuncio que realizará el Presidente
es comunicacional: qué horizonte conviene fijarle a la población para volver a
prorrogar el confinamiento.
Por eso en Olivos también contemplan el jueves 23 como primer corte, después de la
prórroga que estiró por primera vez el aislamiento que comenzó el 20 de marzo hasta
el próximo domingo 12. Sin embargo, desde el Poder Ejecutivo Nacional deslizaron
que “lo más probable es que sea hasta el 27 pero todavía no está definido”.
En paralelo, el Presidente y el jefe de Gabinete también analizan las propuestas
presentadas por la Unión Industrial Argentina, la Cámara Argentina de Comercio y la
CGT para la reapertura parcial de actividades. El primer filtro lo realizaron Matías
Kulfas y Claudio Moroni, titulares de las carteras de Producción y Trabajo. Esa lista
fue elevada a Ginés González García quien debe validarla desde el aspecto sanitario.
El regreso de la actividad económica será casi imperceptible.
Como adelantó Ámbito, no abrirán los comercios ni tampoco bares y restaurantes.
Tampoco se incluirá al servicio doméstico entre las actividades exceptuadas. El rubro
comercio y servicios podrá empezar a trabajar, pero a través de plataformas digitales,
online, con distribución a través de delivery. Es por eso que el reparto a domicilio
tendría una reglamentación aparte con un protocolo específico.
En cuanto a los sectores a los que también se les flexibilizará el aislamiento está la
obra pública, que seguramente será el sector más importante en recobrar la
actividad. Los bancos continuarán abiertos para el pago de jubilaciones y planes
sociales, así como también para atender al público en general pero con turnos
previos.
En la flexibilización también se incluirán actividades relacionadas al comercio exterior,
algunos sectores cuentapropistas y transporte público, a los que se les va a ampliar
las frecuencias pero manteniendo un límite de pasajeros