Áñez, de la Unidad Democráta (UD) opositora al Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, hizo dos breves apariciones públicas en menos de cinco minutos dentro de la sede de la Asamblea Legislativa.
Primero se declaró en condiciones de asumir la presidencia del Senado -hasta entonces era su segunda vicepresidenta- por la renuncia de las anteriores autoridades del cuerpo, aunque admitió que no había quórum para iniciar la sesión.
Más tarde, anunció su decisión de asumir en ese mismo momento el Ejecutivo. “Asumo de inmediato la presidencia del Estado y prometo tomar medidas para pacificar el país”, dijo Áñez, de quien se espera que conduzca un proceso de transición hacia nuevas elecciones.
La senadora autoproclamada como nueva mandataria de Bolivia se justificó diciendo que el presidente renunciado Morales y su vice Álvaro García Linera “abandonaron el territorio” boliviano y lograron asilo político en México, lo cual fuerza a “activar la sucesión presidencial para resguardar la vida, integridad física de los bolivianos y garantizar el orden público”.
Vale mencionar que Áñez brindió ambos discurso en recintos semivacíos por la ausencia de legisladores del MAS, que dominan dos tercios de las bancas en el sistema legislativo, por lo que las sesiones se llevaron a cabo a pesar de que no había número suficiente de parlamentarios para inaugurar la sesión.
Nacida en la ciudad de Trinidad, en el departamento de Beni, y de 52 años, Añez es una abogada que fue constituyente de 2006 a 2008, cuando se redactó la nueva Constitución boliviana.
Desde 2010 es senadora por el partido del Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional, y es vice segunda de la Cámara alta, pero ahora como integrante de Unidad Demócrata.