Brasil superó este miércoles las 60.000 muertes por coronavirus, sin que la curva de contagios y decesos dé señales de aminorar, informaron fuentes oficiales.
Según el consorcio de medios de prensa brasileños, que recolecta estadísticas de los ministerios de salud en los 26 estados de Brasil al considerar a las oficiales como poco confiables, hubo en las últimas 24 horas 44.884 casos nuevos y 1.057 fallecimientos, con lo cual el número de contagiados llega a 1.453.369 y el de fallecidos a 60.713.
Brasil, con 212 millones de habitantes, es el segundo país con más personas diagnosticadas y con más fallecidos, detrás de Estados Unidos.
El mayor número de muertes se concentra en los estados de Sao Paulo (15.030 víctimas fatales) y Río de Janeiro (10.198), que en los últimos días iniciaron procesos de desconfinamiento que muchos expertos juzgan prematuros por el riesgo de que la enfermedad escape de todo control.
En términos relativos, hay en Brasil 284 fallecidos por millón de habitantes, un número inferior al de Estados Unidos (385,7) o al de Italia (575).
Pero en algunos estados, como Río de Janeiro (584 muertos por millón de habitantes) o Ceará (nordeste, 673), el impacto se asemeja al de los países más golpeados del planeta por la COVID-19.
Respuesta desunida
El primer deceso por COVID-19 en Brasil se registró el 16 de marzo, más de dos meses después del inicio de la pandemia en China y de su propagación a Europa. Pero el país sudamericano no logró dar una respuesta unificada a la enfermedad.
Varios estados, empezando por Sao Paulo y Río de Janeiro, proclamaron medidas de cuarentena parcial, criticadas por sus impactos económicos por el presidente Jair Bolsonaro, quien llegó a calificar al coronavirus de «gripecita».
La crisis provocará este año la peor contracción anual de la economía brasileña, estimada en 9,1% por el Fondo Monetario Internacional.
En el trimestre marzo-mayo, el desempleo destruyó 7,8 millones de puestos de trabajo y las personas en busca de un empleo llegaban a 12,7 millones.
El récord de contagios en 24 horas data del 19 de junio (54.771) y el de muertos raramente baja en las últimas semanas de mil por día. Los contagios de este miércoles se sitúan en el tercer puesto.
Los expertos creen, además, que el número real de infecciones es mucho mayor que el oficial, debido a que no se realizan diagnósticos sistemáticos de la población.
“Existen varios Brasil. En algunos lugares la pandemia retrocede, en otros se incrementa. Ahora está yendo hacia el interior”, dijo a la AFP Roberto Medronho, director de la División de Investigación del Hospital Universitario Clementino Fraga Filho, de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
País de paradojas
Pese a que las curvas siguen siendo preocupantes, la presión política y la urgencia económica llevaron a muchos estados a flexibilizar sus medidas de confinamiento.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. EFE/Fernando Bizerra/Archivo
Sao Paulo ya abrió el comercio y Río de Janeiro se apresta a hacer lo mismo este jueves con los bares, restaurantes y gimnasios, en horarios limitados.
El profesor Medronho considera «precoz e inoportuna» esta iniciativa. Cuando se inició el proceso de reapertura, cada contagiado transmitía la enfermedad a una persona y hoy ya la transmite a 1,51, explica. «Con la ampliación de la apertura [ese número] aumentará aún más, acarreando problemas de salud a nuestra población», advierte.
Otros estados y municipios, sobre todo en el sur del país, que acaba de entrar en el invierno austral, se echaron atrás y volvieron a aplicar medidas de cuarentena.
Una encuesta del instituto Datafolha reveló la semana pasada que los brasileños tienen cada vez más miedo a contagiarse, pero al mismo tiempo disminuyó el porcentaje de quienes mantienen su aislamiento social.
Con información de AFP