La máxima autoridad de la fuerza de seguridad provincial había dado positivo de COVID hace semanas y sumado a patologías previas su cuadro clínico se había complicado. Este martes finalmente se confirmó su deceso de Garay.
Este martes fue confirmado el deceso del jefe de la Policía de La Rioja, el comisario Rubén Garay, quien había sido designado al frente de la fuerza cuando el gobernador Ricardo Quintela tomó el mando del Poder Ejecutivo.
Garay semanas atrás había dado positivo de COVID-19 y sumado a patologías previas habían complicado su cuadro de salud. El funcionario policial había dado lucha a la enfermedad durante numerosos días.
De hecho, en la madrugada de este mismo martes había sido trasladado a Córdoba en un avión sanitario debido a su grave estado de salud.
Garay era del círculo íntimo y una persona de extrema confianza del gobernador Ricardo Quintela.
“La familia decidió el traslado del Jefe de la Policía, para Córdoba para su mejor atención. Se nos fue un amigo”, lamentó el secretario de Seguridad, Pedro Fuentes, quien indicó que transitoriamente “la fuerza policial queda a cargo del subjefe de la Policía, Rubén Ramírez”.
