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- Publicado: Viernes, 02 Octubre 2020 01:15
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Preocupación
Una deuda del ministerio de Salud con una clínica pone en riesgo a pacientes dializados
Al menos siete beneficiarios del ex PROFE dejaron de recibir sesiones en un sanatorio privado por falta de pago. –Diario de Catamarca.
eldiariodecatamarca.com
Daniela, una joven de 27 años de edad, que desde hace seis años se somete a diálisis, relató en el programa “Que Buena Mañana” de La Isla FM, la compleja situación que atraviesa luego de que el sanatorio Pasteur le notificara que dejará de brindarle el servicio. Hoy dependen de que en el hospital San Juan Bautista logren conseguir un turno para poder someterse al tratamiento del cual depende su vida.
“Primero estábamos en el hospital San Juan Bautista, después, con la obra social PROFE que es de la pensión, nos pasaron para el sanatorio Pasteur, porque había demanda en el hospital y otra gente necesitaba hacerse diálisis y ahí son cuatro o cinco máquinas como máximo y por eso nos pasaron para el sanatorio”, comenzó relatando Daniela.
Explicó que desde hace un año venía recibiendo las diálisis en ese sanatorio privado, pero “hace unos días nos dijeron que no íbamos a tener más diálisis porque no habían abonado. Ahora la llamaron a mi mama diciéndoles que tal vez lo solucionaban en 15 días y que era un problema temporal, pero no sabemos nada. Con tal de que tengamos las diálisis está bien, queremos seguir viviendo, para nosotros la diálisis es fundamental”, dijo.
La joven explicó que el servicio corresponde al programa “Incluir Salud”, que tiempo antes se llamaba PROFE y que según lo que se les informó el ministerio de Salud no abonó la deuda al sanatorio y éste decidió cortar el servicio.
Ahora Daniela, al igual que sus compañeros de diálisis, dependen de que en el hospital San Juan Bautista, logre acomodarles turnos para poder seguir con el tratamiento. Es que según indicó la demanda es muy alta y no hay muchos espacios disponibles.
“Un día podemos estar sin diálisis, pero dos no. Empezamos a juntar mucho liquido, no tomamos mucho pero lo mismo sucede y se sube la presión y ya nos sentimos mal”, comentó Daniela.
En su caso requiere de las diálisis para que su cuerpo le dé tiempo a poder llegar a un trasplante de riñón. Las esperanzas de Daniela están puestas en su mamá que se ofreció a donarle un riñón, sin embargo, por la pandemia no logran viajar para que en un centro de mayor complejidad puedan someterse a exámenes de compatibilidad previos y aún esperan con ansias poder viajar.