El presidente Alberto Fernández aseguró hoy que la Argentina «tiene la voluntad de pagar la deuda» y que su Gobierno «asumirá la renegociación» de esa obligación con los acreedores, porque el objetivo es «resolver el problema».

Ante la Asamblea Legislativa, remarcó que fue «imprudente e irresponsable» tomar esa «enorme deuda», incluyendo a quienes aportaron esos fondos «de gran riesgo por invertir en un modelo que fracasó históricamente».

«No hay pagos de deuda que se puedan sostener si el país no crece. Tan simple como esto. Para poder pagar hay que crecer primero», agregó.

El nuevo presidente aseguró que buscará una «relación constructiva y cooperativa» con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en 2018 aprobó para Argentina un préstamo de 56.300 millones de dólares, y el resto de acreedores, y lamentó que recibe un país «frágil» y «postrado».