Nacida como Hanna Karin Bayer en Dinamarca en 1940, Anna Karina inició a los 17 años una carrera como modelo en Paris, donde cautivó al mundo artístico e inició una carrera legendaria mientras los directores locales revolucionaban el cine y cabreaban a Robert McKee.
La reina del baile
Un Godard enamorado, esposo de Karina entre 1961 y 1965, le dio el papel principal en ‘Una mujer es una mujer’. Bajo la dirección de su entonces marido, la actriz rodará otras seis películas más, incluyendo títulos icónicos como ‘Banda aparte’, ‘Vivir su vida’ o ‘Lemmy contra Alphaville’.
Era la época de la Nouvelle Vague, la época donde Godard supo ver ver a Brigitte Bardot o Jean-Paul Belmondo como nadie antes lo había hecho. Pero Anna Karina fue mucho más que la musa de Godard. Sin el director francés a su lado, Karina era libre para trabajar a las órdenes del Visconti de ‘El extranjero’, Volker Schlöndorff, George Cukor, Agnès Varda, Fassbinder (‘La ruleta china’) o Raoul Ruiz (‘La isla del tesoro’).
Además, la actriz también pisó las tablas y tuvo una importante carrera musical. A finales de la década de los 60 obtuvo un gran éxito con ‘Sous le soleil exactement’ y ‘Roller Girl’ de Serge Gainsbourg. Ambas canciones pertenecen a la comedia musical para televisión ‘Anna’, de 1967, del director Pierre Koralnik, donde interpretó siete canciones junto a Gainsbourg y Jean-Claude Brialy. Más tarde, Karina grabaría el álbum ‘Une histoire d’amour’, con Philippe Katerine.
Karina también escribió cuatro novelas: ‘Vivre ensemble’ (1973), ‘Golden City’ (1983), ‘On n’achète pas le soleil’ (1988) y Jusqu’au bout du hasard’ (1998). El arte cinematográfico cambió con ella y hoy nos despedimos a sus 79 años. Ahora sí que empieza la leyenda.