Argentina ingresa en una nueva era con la elección de un ultraderechista en la presidencia, por primera vez en su historia. Javier Milei obtuvo 55,7% de los votos en el balotaje, frente a 44,3% de Sergio Massa, con 98% de las mesas escrutadas.
El cómputo evidencia que Milei cosechó la inmensa mayoría de los votos del 23,8% que había sufragado por Patricia Bullrich en la primera vuelta. Apenas un escalón debajo de Milei, asoma Mauricio Macri como un gran ganador de la jornada, tras su audaz apuesta a favor del ultraderechista, al costo de empujar la desintegración de Juntos por el Cambio, la coalición por el fundada en 2015 bajo el nombre Cambiemos.
El extremista obtuvo grandes diferencias, superiores a los cuarenta puntos porcentuales, en Córdoba y Mendoza, donde sus gobernadores, sin otorgarle un apoyo explícito, no ocultaron señales amigables. Milei también ganó con claridad en Santa Fe, la ciudad de Buenos Aires y la Patagonia. En suma, La Libertad Avanza triunfó en 20 provincias y Unión por la Patria alcanzó victorias en la provincia de Buenos Aires —por apenas 1,5 puntos porcentuales—, Santiago del Estero y Formosa.
La exigua ventaja en el distrito en que viven 37% de los habitantes de Argentina terminó de desbaratar cualquier posibilidad de que Massa neutralizara la ventaja de Milei en la zona Centro.
La contundencia de la victoria de Milei, superior a la prevista en casi todas las encuestas, llevó a Massa a reconocer la derrota pasadas las ocho de la tarde, antes de que se difundieran los datos oficiales.
“Que se hagan cargo”
A las 10 de la noche, Milei se dirigió a sus partidarios reunidos en torno al Hotel Libertador, en el centro de Buenos Aires. La euforia de un público con mayor peso de jóvenes y hombres era evidente por un triunfo construido en tiempo récord por el economista ultraliberal, excéntrico y violento, que surgió de las pantallas televisivas, la consultoría y un alto puesto en Corporación América, y contaba con una única experiencia electoral, en los comicios de medio término en 2021.
“Hoy es una noche histórica para la Argentina”, comenzó el presidente electo. Repitió su añoranza del supuesto desarrollo alcanzado por Argentina entre fines del siglo XIX y principios del XX, cuando la elite liberal gobernaba un país extenso, despoblado y con un campo fértil cuyos productos demandaba el mundo.
La transición hacia el cambio de mando, el 10 de diciembre, enciende las alarmas en una economía sometida a tensiones cambiarias, sin dólares en el Banco Central. El riesgo de una explosión hiperinflacionaria está a la vuelta de la esquina
Milei fue recibido en el escenario por su hermana, la plenipotenciaria Karina, una persona con experiencia en hablar con espíritus que se encarga de llevar las finanzas de La Libertad Avanza, cobrar consultorías y administrar colaboradores, y a quien el presidente electo llama “el jefe”. El ganador agradeció especialmente a ella y a Santiago Caputo, el consultor en comunicación al que calificó como “gigante” y “arquitecto” de la victoria.
El economista puntualizó el agradecimiento a Macri y Bullrich por apoyarlo “desinteresadamente” para el balotaje. “En un acto de grandeza, pusieron el cuerpo para defender el cambio que la Argentina necesita”, celebró.
La transición hacia el cambio de mando, el 10 de diciembre, que enciende alarmas en una economía sometida a tensiones cambiarias y sin dólares en el Banco Central, se presenta problemática y Milei no dio ninguna señal para calmar las aguas. El riesgo de una explosión hiperinflacionaria está a la vuelta de la esquina, lo que, para los planes de dolarización de Milei, sería útil, según el propio economista dijo mientras era candidato.
“Que se hagan cargo de su responsabilidad hasta el final del mandato, el 10 de diciembre”, dijo Milei en la noche del domingo en una respuesta al reclamo que había hecho el candidato derrotado y ministro de Economía dos horas antes, para que el electo brindara “certezas y garantías” en la transición.
El ultraderechista también advirtió solapadamente que reprimirá las protestas. “Sabemos que hay gente que se va a resistir. Dentro de la ley todo, fuera de la ley, nada”. En el pasado, Milei dijo que no tolerará manifestaciones que interrumpan el tránsito porque las considera ilegales.
“En esta nueva Argentina, no hay lugar para los violentos”, dijo Milei. Tanto el presidente electo como Macri, Bullrich y la futura vicepresidenta, Victoria Villarruel, celebraron en el pasado casos de “gatillo fácil” que terminaron en muertes de presuntos delincuentes y hasta algún manifestante.
“Los cambios que la Argentina necesita son drásticos; no hay lugar para gradualismo, no hay lugar para medias tintas”, dijo Milei, una vez más, en coincidencia plena con el discurso de Macri.
En las afueras, la multitud entonó un cántico a repetición: “Cristina se va presa”.
Massa, en recuento de daños
“Quiero agradecerles a todos aquellos que en esta discusión de dos propuestas de país que se ponían en juego: gremios, organizaciones sociales, organizaciones de la sociedad civil, y a la conmovedora micromilitancia en el subte (metro), en el barrio, casa por casa”, dijo a su turno Massa, escoltado en el escenario en centro cultural C del barrio de Chacarita por su esposa, Malena Galmarini, el postulante a vicepresidente Agustín Rossi y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, entre otros dirigentes.
En los días previos, Milei, Bullrich y allegados habían atizado la idea de que la alianza gobernante podría cometer fraude. Massa, circunspecto, aludió al tema: “La Argentina tiene un sistema democrático sólido, que además es transparente y respeta siempre los resultados”.
El postulante derrotado salió bien parado en un peronismo sometido a años de una pelea extenuante entre el presidente y la vicepresidenta.
“Había dos caminos. Elegimos el de la defensa del sistema de seguridad en manos del Estado (en lugar de la libre venta de armas); promover y defender el camino de defensa de la educación pública y la salud pública (antes que la privatización) como valores centrales”, dijo Massa en el registor de un futuro jefe de la oposición. “Elegimos defender a la industria nacional, al trabajo argentino, a nuestras pequeñas empresas y a los trabajadores con derechos porque es la mejor forma de construir movilidad social ascendente y el progreso para nuestra nación”, completó.
Massa se dirigió a “los once millones de argentinos que nos acompañaron”. “Hay miles y miles de argentinos como los que están acá que tienen la convicción y el valor de defender este país inclusivo en el que creemos… con igualdad de oportunidades y una Argentina justa”, dijo.
Fernández rompió el silencio
El presidente Fernández rompió un silencio de un bimestre y reconoció “el veredicto popular”. Se dijo dispuesto, vía Twitter, a “trabajar en unidad con todos los sectores que integran el movimiento nacional que siempre luchará por una patria justa, libre y soberana”.
Al cierre de esta edición no estaba definido si el Presidente se reuniría con su sucesor electo. Por lo pronto, Karina Milei encabezará las negociaciones de transición.
Bullrich fue más cálida: “Te felicito, de corazón”. “Ganó el cambio profundo por el que venimos trabajando hace años”, agregó por Twitter.
La excandidata derechista, volcada a una radicalización acelerada, abrazó a Milei emotivamente en un pasillo del hotel. También extendieron su felicitación Macri, Juliana Awada, Hernán Lombardi, Cristian Ritondo y Diego Santilli, varios de ellos, llamados a ocupar puestos de relevancia en el gobierno ultra.
La apuesta de Macri por Milei, que provocó que algún moderado del PRO y otros de la Unión Cívica Radical se pararan en la vereda de enfrente, conllevaba el riesgo de poner punto final en su carrera política y amenazaba su objetivo de recuperar la presidencia de Boca Juniors. Con el resultado dado, la influencia de Macri se proyecta.
Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza, provincia que dio un triunfo a Milei 71% a 29%, fue el radical con un mensaje político más cercano a colaborar con el mandatario electo. “Una nueva etapa empieza en la Argentina. Un cambio profundo de rumbo económico y el final de un modelo que estaba claramente agotado. Felicito al presidente electo Javier Milei”, tuiteó.
El expresidente advirtió que no aspira a cargos, aunque en negociaciones que encontraron resistencia en el entorno de ejecutivos de empresas y traders financieros que rodean a Milei, reclamó para Guillermo Dietrich y Germán Garavano responsabilidades en Infraestructura y Justicia, respectivamente.
Una agenda de choque
El cúmulo de propuestas retrógradas de Milei y Villarruel es infinito y promete sacudir la política argentina, aunque su factibildad y el orden de prioridades que impulsará esa dupla están en veremos.
En el plano de los derechos humanos, Villarruel lleva la voz cantante del negacionismo y hasta la reivindicación de la dictadura militar que causó 30.000 desaparecidos entre 1976 y 1983. La vicepresidenta electa acusa a diario a hijos, padres y hermanos de desaparecidos de ser familiares de “terroristas”. Esta abogada lleva casi tres décadas de coordinación con represores de detenidos y sus abogados, con quienes escribió libros y difundió su versión de la historia.
Villarruel anticipó que tratará de convertir el sitio de memoria histórica ubicado en la ex Escuela Superior Mecánica de la Armada, hoy un sitio de memoria declarado patrimonio dela humanidad por la UNESCO, en un parque público “para que disfruten todos los argentinos”.
Ayer fue un día de reaparición de automóviles Falcon verdes, auto emblemático de la represión de la dictadura. Se los vio en las calles del Bajo Flores, en la Capital Federal, y frente a la escuela José Hernández, en San Salvador de Jujuy. El capitan retirado Iván Volante, quien días atrás publicó en redes un video de un Ford de ese modelo y especuló sobre cuántos cuerpos ingresaban en el el baúl, volvió a publicar una imagen alusiva.
Milei planteó que tratará de revertir la ley de interrupcíón voluntaria del embarazo sancionada en 2020, desactivar la educación sexual integral porque la considera adoctrinamiento, someter la política exterior al eje de Estados Unidos e Israel, cortar relaciones institucionales con Brasil y China, porque sus presidentes son “comunistas”, privatizar Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y aplicar un recorte de gastos mucho mayor al que reclama el Fondo Monetario Internacional.
En cuanto a medidas que el economista denomina de segunda y tercera generación, se encuentran la venta de órganos, niños, calles, animales, ríos y mares.
Quedó en entredicho si el futuro presidente llevará a cabo la privatización total de la educación y la salud, como lo prometió muchas veces, porque en las últimas semanas se desdijo.
Para todas esas medidas, necesitará de mayorías parlamentarias con las que no cuenta, ni siquiera con el apoyo de los diputados y senadores que responden a Macri.
SL/DTC