Por primera vez, el ex presidente Jair Messias Bolsonaro se ha vuelto blanco focalizado de la atención y objeto personalizado de una medida cautelar (todavía “distinta de la prisión preventiva”) por parte del Supremo Tribunal Federal (STF). Ocurrió el jueves 8, en el curso de la espectacular operación policial ordenada por la máxima instancia de la Justicia brasileña en el marco de la causa abierta que investiga a una «organización criminal» involucrada en una presunta tentativa de golpe de Estado y de abolición del Estado democrático de Derecho, delitos así tipificados en la legislación penal brasileña. El juez supremo Alexandre de Moraes ordenó a Bolsonaro entregar su pasaporte en un plazo no mayor a 24 horas. A lo largo del territorio de Brasil fueron arrestadas y recluidas en prisión preventiva 4 personas, allanados 33 domicilios y cumplidas 48 medidas cautelares diferentes.
En el despliegue de las acciones de la Policía Federal (PF) en el operativo bautizado Tempus Veritatis (en latín, Tiempo de la Verdad), Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL), cayó preso. Cuando allanaron su domicilo lo encontraron en flagrante portación ilegal de armas de fuego. El PL es hoy el partido de Bolsonaro, aquel por el cual fue candidato presidencial (derrotado) en las elecciones de octubre de 2022. Es el partido de derecha más importante de Brasil, el partido más a la derecha entre todos los partidos políticos brasileños, y a título singular el partido que cuenta con mayor número de representantes electos y en funciones en el Congreso de Brasilia,
En la red sociial X, el abogado de Bolsonaro, Fabio Wajngarten, confirmó el mandato judicial y manifestó que el ex presidente entregará el documento pedido. Una vez entregado, sin pasaporte Bolsonaro no podrá abandonar Brasil legalmente.
El Lava Jato del bien
La Operación Tempus Veritatis fue un operativo policial simultáneo llevado a cabo el jueves por las Fuerzas de Seguridad. El despliegue se realizó al mismo tiempo en los estados de Amazonas, Rio de Janeiro, São Paulo, Minas Gerais, Mato Grosso do Sul, Ceará, Espírito Santo, Paraná, Goiás y en el Distrito Federal de Brasilia.
En su naturaleza judicial y no policial. la “Operação Tempus Veritatis” investiga una presunta organización delictiva que habría actuado en una presunta intententona de golpe de Estado y de abolición del Estado democrático de derecho. Los partícipes se habrían organizados para aprovechar las ventajas de ocupar el poder y asegurarse y prolongar la preeminencia del oficialismo para mantener en el cargo a Bolsonaro, entonces presidente de la República.
En su fasa actual las investigaciones se concentran en que el grupo investigado se habría visto fortalecido en su eficacia al subdividirse en células especializadas. Cada una dirigida a profundizar, por un canal diverso, y desde mucho antes de la celebración de las elecciones de 2022, la convicción popular sobre el fraude electoral. Habrían concentrado esfuerzos para convencer al electorado de antemano de que en esas presidenciales el triunfo le sería vilmente robado a la derecha y a su candidato el presidente Bolsonaro, que buscaba un segundo mandato. ¿Los ladrones? El máximo rival, el futuro vencedor del balotaje, el fraudulento candidato del Partido de los Trabajadores (PT), el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva. En connivencia con el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Cuyo presidente, en 2022, era Alexandre de Moraes. El mismo juez supremo que hoy lleva adelante el proceso penal del Tiempo de la Verdad.
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