VIUDA DEL POLICÍA OSCAR RAMÍREZ, A UN AÑO DEL CRIMEN
Criticó al Ministerio de Seguridad. Advirtió que sufre un «desamparo total» por parte de la «familia policial» y los organismos oficiales.
Camila Seco, esposa del policía Oscar Ramírez (34) que murió por un disparo en la cabeza supuestamente realizado por su colega Franco Emanuel Ávalos en horario de trabajo y en sede policial, aseguró que a un año de la tragedia recibió del Gobierno algunos bolsones con alimentos para ella y sus tres hijos que están en edad escolar.
«A un año de lo que pasó jamás vino alguien a preguntarme si necesito algo, me refiero al Gobierno, al Ministerio (de Seguridad), a todos ellos porque si desde el Gobierno (solo) salen abrazando a las mascotas, a nosotras qué (nos queda)?», manifestó.
En una dura réplica a los recientes dichos de la ministra de Seguridad, Fabiola Segura, quien aseguró haber estado «presente desde el primer minuto», la viuda advirtió: «Recibí ayuda de ella y bolsones… no son suficientes para niños que tenían otra vida (cuando aún vivía el padre). Los chicos comen carne, fruta, van a la escuela. Jamás nadie me preguntó si tenían lápices para ir al colegio, si llevan todos los días su merienda. Todo eso se acabó, incluida la contención de su padre. Encontrarme con esta realidad de tener que vivir su ausencia física y todo lo que él podía aportar a mis tres hijos y a la familia es muy triste».
La ministra Segura, al conocer que Camila había realizado reclamos a través de los medios de comunicación, consideró que «hay muchas cosas que se hacen puertas adentro desde el Ministerio y por una cuestión de respeto hacia la familia no se divulgan».
«Lorena sabe que desde el primer minuto que si hay una persona que estuvo presente y acompañándola… Desde el Ministerio le pusimos abogados a disposición para hacer los papeles judiciales, porque para acceder a la pensión tienen que tener la declaratoria de herederos y en todo este trabajo junto con la Jefatura siempre la hemos estado apoyando», remarcó.
Dijo además que «estamos en contacto con ella y los chicos y el acompañamiento ha sido permanente».
La viuda replicó: «No soy Lorena, soy Camila Seco. Realmente vivimos lo peor que nos pudo haber pasado. Jamás imaginé que la vida me haya puesto en este lugar, soportando situaciones que jamás deberían pasar. Más allá de la desgracia que pasó, que fue en horario y lugar de servicio, jamás imaginé el desamparo que nos hicieron. Me sentí sola y desamparada en todo sentido». Hizo hincapié en que la principal problemática está en lo económico, «donde los chicos jamás pasaron esta situación. La nena más grande cumplirá 11 años, no tuvo lujos pero sí tuvo una vida con lo que quiso porque su padre trabajó día y noche. Y más que un profesional de la Policía era peluquero y hacía de todo para que a sus hijos jamás les falte nada».
Con el patrocinio legal del abogado querellante Daniel Ortega remarcó que «es un abandono terrible lo que vivo. Me ha tocado tener que dormir acompañada y me tuve que ir de la casa donde estaba construyendo porque no aguantaba su ausencia y mis hijos que se levantaban llorando. Me fui a la casa de mi abuela y a la de mi madre porque estoy totalmente desamparada», explicó.
En cuanto a su situación laboral, informó que trabaja como becada desde hace 5 años en la gestión de Susana Zenteno en el municipio de Valle Viejo, donde «a pesar de todo lo que nos está pasando he cumplido siempre con mi labor».
«Al cumplirse un año estoy así, rebuscándome la vida, haciendo lo imposible para darles lo que necesitan mis hijos, pero este desamparo no se lo deseo a nadie», aseguró.
Para finalizar, sostuvo que «lo más justo es que Ávalos siga detenido», porque «no lo imagino en su casa, tomando mate, cuando nosotros estamos destruidos. Pido que pague con prisión perpetua por lo que hizo, porque Oscar no vuelve más. Los chicos se quedaron sin su padre».
La causa
El vienes 2 de junio de 2023 en el edificio del Grupo de Infantería Motorizada de Acción Rápida (GIMAR), ubicado en la ciudad Capital, Ramírez recibió un disparo en la cabeza.
Según la investigación, ocurrió cuando Ávalos manipulaba un arma de fuego. Posteriormente, Ávalos reconoció ante los investigadores que le disparó a Ramírez.
Por el hecho, el sospechoso quedó arrestado y con los avances en las pesquisas terminó detenido con prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Miraflores, en Capayán. Recientemente el fiscal de Instrucción de Cuarta Nominación, Federico Aldeco, dio por finalizada la investigación penal preparatoria y elaboró el requerimiento de citación a juicio.
La defensa de Ávalos, ejercida por el abogado Roberto Mazzucco, se opuso. El planteo fue girado al Juzgado de Control de Garantías N°1, a cargo de Héctor Rodolfo Maidana, quien rechazó los pedidos de cambio de calificación legal y de cese de prisión solicitados por la defensa.
De esta manera, el juez confirmó la elevación a juicio de Ávalos, quien está imputado por “homicidio simple con dolo eventual, agravado por el uso de arma de fuego”.
Mientras la defensa evalúa presentar un recurso en una instancia superior, manifestó que las pericias realizadas a Ávalos “dan cuenta de su situación psicológica, de una profunda depresión que sufre actualmente y del estado de estrés postraumático en el que se encuentra luego de haber vivido este lamentable suceso de haberle quitado la vida nada más y nada menos que a un amigo”.

