«¡Quédate con nosotros, Señor!» (cf. 24, 29)

En el marco del Año de la Oración, el domingo 2 de junio, Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, se celebró con gran devoción a Cristo, el Pan Vivo bajado del Cielo, en las comunidades de San Isidro, Nueva Coneta, y Santa Ana y San Joaquín, sede parroquial, en Miraflores. En ambas celebraciones, la familia de la Catequesis y los agentes de pastoral dispusieron todo para celebrar la Eucaristía.
«‘La Iglesia vive del Cristo Eucarístico, de Él se alimenta y por Él es iluminada. La Eucaristía es misterio de fe’, decía San Juan Pablo II. Actualmente, como Iglesia buscamos tener ‘viva conciencia de caminar por la historia en compañía del Resucitado’, como nos alienta el Papa Francisco”, expresaron desde la comunidad parroquial.
Asimismo, agradecieron “a todos y cada uno de los que dieron su ‘sí’ para ser Ministros Extraordinarios de la Comunión en nuestra comunidad parroquial, y también a los agentes de pastoral y la familia de la Catequesis por tan bellas celebraciones”.