Coronavirus
Alberto Fernández advirtió que «no le van a torcer el brazo»
La puesta en escena de la nueva extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio mostró al presidente satisfecho por el aplanameinto de la curva de contagios

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Por primera vez el presidente Alberto Fernández habló de “éxito” al calificar la estrategia sanitaria adoptada por su administración para enfrentar la pandemia del coronavirus, al anunciar la cuarta fase de la cuarentena, que se extenderá hasta el 24 de mayo pero sólo con mayores restricciones en el AMBA –con la posibilidad de salidas para niños y la apertura gradual de comercios de cercanía –, en una presentación que lo mostró en sintonía con el opositor Horacio Rodríguez Larreta y el aliado Axel Kicillof, como una foto política de la “coordinación” junto a los dos distritos más afectados por la propagación del virus.


La puesta en escena de la nueva extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio mostró al presidente satisfecho por el aplanameinto de la curva de contagios, en contra de los lobbys de empresas y de dirigentes opositores “por abrir la economía” pero al mismo tiempo admitiendo que se intentarán aprobar permisos para la reapertura de industrias y empresas en las provincias y en territorio bonaerense, mayormente.


La ansiada duplicación de casos cada 25 días –la medida que posibilitará una relajación de los controles- se produjo en la mayor parte de Argentina menos en Capital y Gran Buenos Aires. Empero, se cuidó de criticar a Larreta por el alza de los contagios en barrios populares y geriátricos porteños. “No es descuido de los intendentes es por la naturaleza demográfica de la región”, indicó el jefe de estado al precisar que el 86% de los casos se registra en el área metropolitana.


La foto que mostró al presidente, flanqueado por los mandatarios distritales, expuso la unidad política en momentos que la cuarentena se liberó “de hecho” en varios distritos. Todos coincidieron que, para lo que viene, será “muy importante la conducta ciudadana” y que en caso que se disparen los contagios en alguna región, “se podrá volver para atrás” con la apertura de actividades.


Acerca de la presentación conjunta de anoche en Olivos, un funcionario cercano al presidente explicó que “en verdad es una continuidad de la misma decisión que se tomó el primer día de la cuarentena, que es priorizar la coordinación con los que gobiernan los territorios más allá del partido político. Y en este caso se acentúa porque es donde menos vamos a poder abrir ya que con sus más y sus menos las provincias empiezan a estar mejor. Pero el AMBA sigue siendo el punto rojo, no hay margen para que no sea coordinada la acción”.


Es que en esta región hay temor a que se replique lo ocurrido en las villas porteñas en toda el área metropolitana. Por ello, se autorizarà la actividad en los comercios cercanos, las salidas de niños a 500 metros de sus domicilios pero siempre cumpliendo estrictos protocolos sanitarios. Aún no se podrá viajar en transporte público: seguirá destinado a los trabajadores esenciales.


Tanto el presidente como Larreta y Kicillof coincidieron que la parcial apertura económica dependerá del cumplimiento de los cuidados sanitarios. Las grandes empresas que retomaràn en la Provincia, según Kicillof es fundamental reactivar “la producción donde está concentrada el 54% de las industrias para evitar la suba de precios y una falta de productos”, deberán proveer un transporte “propio” a sus empleados.


Los anuncios se produjeron en la jornada récord en la cantidad de contagios: ayer fueron confirmados 240 nuevos casos de Covid-19 de los cuales 77 fueron en Provincia y 130 en CABA. Nuevamente la Ciudad superó en cantidad de infectados a Buenos Aires: incide la cantidad de testeos positivos en barrios vulnerables. En este sentido, Larreta dijo que en los últimos días aumentaron los controles en las villas y geriátricos y adelanto que hoy se difundirán mayores precisiones sobre los cambios dispuestas en el distrito. Las salidas de fines de semana para chicos serán “por DNI y segumentados”, y siempre ad referéndum del cumplimento de los cuidados preventivos (uso de barbijo y distanciamiento de al menos metro y medio).


Con todo, anoche se observó en Olivos un discurso más político por parte del presidente, que sólo fue superado en su tono por el gobernador Kicilllof cuando cuestionó los lobbys que piden abrir la economía poniendo en riesgo la salud de la población. Incluso el mandatario provincial pidió “no relajarse” en los cuidados y señaló que “en Provincia sigue la cuarentena” y los chicos “solo podrán salir con sus padres a realizar alguna compra” barrial.


En este contexto, Fernández sacó pecho por los resultados favorables de Argentina y comparó las estadísticas del país con el resto de las naciones de la región. Y criticó a quienes han reclamado seguir el “modelo sueco” que no implementó una cuarentena estricta “y hoy tiene más de 3 mil fallecidos que en Argentina seríán más de 13 mil” considernado el número de población. Lo cierto es que en Chile hay más casos y muertos por millón de habitantes pero la tasa de letalidad es mucho menor que en nuestro país.


Empero, el jefe de estado cambió su discurso respecto a presentaciones anteriores dando más énfasis en cuidar la economía más allá de las furibundas críticas a asociaciones empresarias y políticos opositores: “No me van a torcer el brazo”, les gruñó y dijo estar «cansado de mentiras» de aquellos que reclaman un relajamiento de los controles para minimizar el deterioro económico.