El mandatario insistió con dejar de lado las peleas y pidió respeto para poder reconstruir la confianza. La oposición reclamó “acuerdos básicos” en temas económicos.

Alberto Fernández se reunió en forma virtual con una parte de los legisladores nacionales de Juntos por el Cambio y luego con los jefes de las otras bancadas opositoras de la Cámara de Diputados (los interbloques Federal, Federal para el Desarrollo y FIT). El Presidente volvio a convocar a todos al diálogo, pero les reprochó algunas actitudes a los representantes de Juntos por el Cambio. “No se puede confiar si alguien muere y en un momento se convierte en víctima de mi vicepresidenta”, les dijo sobre el comunicado por el asesinato de Fabián Gutiérrez. También les señaló que hay “mil formas de protestar” pero que las marchas hacen subir los casos de coronavirus. “No hace falta exponer al pueblo”, afirmó.

“Voy a empezar por algo que ya dijeron. Valoro y creo en el diálogo, poder hablar y escuchar, y respetarse. Es un juego de ida y vuelta. Una condición central”, dijo el Presidente en la devolución que hizo a los opositores. Pero pidió un diálogo serio y respeto.

“No se puede confiar si alguien muere y en un momento se convierte en una víctima de mi vicepresidente. Es difícil construir confianza desde allí. Una mañana me levanto y me atribuyen estas cosas. Respetémonos. En política no todo vale”, les dijo a los legisladores de Juntos por el Cambio en relación a la actitud de varios de sus dirigentes tras la muerte del ex secretario de Cristina Kirchner.

En los encuentros, el Presidente señaló que tiene un plan para la pospandemia que presentará en el Congreso. Y se habló, claro, de la cuarentena y la situación sanitaria, la ampliación presupuestaria para sostener las políticas de ingresos, la moratoria para todos los sectores afectados y le renegociación de la deuda soberana bajo legislación local (con el mismo tratamiento que con los bonistas extranjeros).

La mayoría de los bloques opositores coincidieron en destacar el diálogo político. Desde Juntos por el Cambio pidieron “bajar las tensiones sociales” e insistieron en alcanzar “acuerdos básicos”, especialmente en “cuestiones económicas” para la pospandemia.

En el segundo encuentro, hubo repudios a la postura “irrespetuosa” de “algunos” sectores de JpC, por reclamar una reunión por separado, y se pidieron medidas para frenar a los sectores económicos concentrados que “se benefician” con aumentos de precios frente al grueso de la sociedad que respeta el aislamiento y el distanciamiento social con “mucho sacrificio” para “salvar vidas”.

En la tercera reunión del presidente con los bloques de la Cámara baja en siete meses, también participaron el titular del cuerpo, Sergio Massa, el jefe de la bancada oficialista Máximo Kirchner y los senadores José Mayans, Anabel Fernández Sagasti y Claudia Ledesma, además del nexo entre el Ejecutivo y el Congreso, Fernando “Chino” Navarro. En respuesta a los cuestionamientos de JpC, Máximo Kirchner dijo que “no estaba pensando en competir como dijo (Mario) Negri” y que “es un buen ejercicio pensar antes de hablar”.

La postura común e inicial de rechazar el convite no logró ocultar las diferencias internas en JpC, cuando la Coalición Cívica ratificó su decisión de no ser de la partida con el Presidente. “Siempre estaremos dispuestos al diálogo y éste debe darse en el Congreso de la Nación o entre quienes tienen responsabilidad de gestión. Esta es en una posición histórica de la CC y Elisa Carrió”, se justificaron en un comunicado.

Por JpC intervinieron los senadores Luis Naidenoff y Martín Lousteau (UCR) y los diputados Cristian Ritondo (PRO), Alfredo Cornejo y Mario Negri (UCR). Naidenoff remarcó la “tensión social” entre oficialismo y oposición en el Senado y llamó a “reconstruir el diálogo”. Lousteau dijo coincidir con la funcionaria Cecilia Todesca “en pensar en el mañana inmediatamente”, y propuso “discutir como gastar mejor en el Estado, que va a ser de más peso”.

Ritondo dijo que “asumimos los errores y queremos que el gobierno asuma los propios”. Cornejo se mostró satisfecho por tener la reunión “mano a mano”, admitió que “no nos corresponde cogobernar” y dijo estar presto para alcanzar “acuerdos básicos”. En el cierre, Negri sostuvo “que cada uno debe hacerse cargo del pasado que tiene, esa es la única forma de dejar la tensión permanente y evitar el default político”.

En el segundo encuentro, José Luis Ramón (Federal para el Desarrollo), consideró la reunión como “impecable”, dijo que le “da asco” la actitud de “un sector” de JpC de discriminar al resto de los bloques opositores. Propuso medidas “para consumidores, pymes y turismo”, al tiempo que manifestó su deseo que las mismas concreten. El lavagnismo también criticó duramente la postura de JpC de segregar al resto de la oposición.

Romina del Plá (FIT-PO), pidió al Presidente la intervención directa “para la aparición con vida de Facundo Castro”, por cuya desaparición responsabilizó a la Policía Bonaerense y repudió el “chantaje” de JpC y Cornejo, quien se negó a compartir un encuentro con el FIT por su postura “anticapitalista”. Entre muchas medidas económicas reclamó avanzar con el impuesto a las grandes fortunas y la centralización del sistema de salud bajo el control de los trabajadores ante al avance de la pandemia.

Sobre la desaparición de Facundo Castro, Máximo Kirchner les dijo a los jefes de bloque que el gobernador Axel Kicillof habló con la madre del joven. “No se va a encubrir a nadie, se va a investigar”, apuntó. Y agregó que era un buen momento para debatir una ley de Violencia Institucional.