EL RECTOR FUE ELEGIDO DE MANERA UNÁNIME
El ingeniero Oscar Arellano, recientemente electo como rector de la Universidad Nacional de Catamarca, dijo que su anhelo es mejorar todo lo que supo hacer su antecesor y que al momento de terminar su gestión le gustaría que se pensara que lo aportado fue valioso para el desarrollo de la provincia.

En una nota con Radio Ancasti, Arellano señaló como un ítem prioritario el uso de la virtualidad en la educación universitaria. Y para eso será necesario articular con el Gobierno provincial y los municipios.

“Siento, antes que nada, mucha responsabilidad y mucho orgullo de que la asamblea me haya concedido la posibilidad de poder ser rector de la Universidad en estos próximos 4 años”, empezó diciendo Arellano, que elogió a Fama y trazó objetivos.

“Flavio hizo una buena gestión y aspiro a poder mejorar todo eso. Quiero que al final de la gestión se pueda decir ha sido valiosa no solo para la Universidad, sino para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Porque no es individual, mientras más ciudadanos accedan a la educación universitaria serán herramientas para su desarrollo y el de la provincia. Es el objetivo de los fundadores (de la UNCA) y ojalá podamos cumplir con ese gran anhelo”.

Virtualidad
“La pandemia ha sido un desastre mundial, no vamos a ser los primeros en decirlo. Ha habido pérdida familiares muy duras, gente que tiene que sobrellevar cuestiones de salud. Lo económico. Sin embargo, para la Universidad ha obligado un proceso de adaptación muy rápido de tomar la virtualidad, algo que en muchas universidades del mundo se venía dando”, manifestó el ingeniero.

“La pandemia nos obligó a todos a tomar la instancia virtual como única manera posible de tomar clases. Estamos volviendo a la normalidad, los chicos están reclamando presencia, la vida social del estudiante, el contacto con el docente es fundamental. Pero es un desafío de la universidad pública en Argentina encontrar un punto medio entre la presencialidad y la virtualidad. Y que esto nos permita llegar a más ciudadanos. Esto nos permitiría ampliar las fronteras, si tenemos calidad”, se entusiasmó.

“Doy por ejemplo un estudiante de Chumbicha. Antes tenía que venir a la Capital toda la semana para las clases. Entonces es trasladarse, alquilar y son costos. El desastre económico de la pandemia ha hecho que haya más pobres y que además la clase media hoy esté debajo de la línea de la pobreza. Cómo hace esa familia para mandar chicos a la universidad. Es imposible”, explicó Arellano.

“Entonces tenemos que ver con cada carrera, con cada facultad cómo encontramos ese medio para que por ejemplo un chico en Chumbicha venga una vez a la semana, se quede todo el día y vuelva. Cada carrera tiene su impronta, otras la exigencia de la presencialidad y es un debate que se tiene que dar en cada facultad y carrera”.

Para materializar todo esto, sabe que hay un punto clave que es la conectividad. Y tiene pensado mancomunarse con el Estado para conseguir una solución que puede traer oportunidades.

“Hay que establecer redes de calidad de internet accesibles en el interior. Vamos a hablar con los intendentes, con el Gobierno, para trabajar en conjunto y se permita que más chicos se puedan conectar. Es un trabajo profundo y lo vamos a intentar, hay buen dialogo. Se puede avanzar”, aventuró.