El lunes 6 de diciembre más de 1200 familias argentinas recibieron la noticia que esperaban: una resolución de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, incorporó al Plan Médico Obligatorio (PMO). Esa era la principal meta con la que en agosto de 2021 habían empezado a reunirse en el grupo Transitando la Pubertad precoz (TPP), donde cada día se suman una decena de casos nuevos. “Desde que empezó a difundirse esto, es impresionante cómo empezaron a multiplicarse todavía más los casos”, dice Analía Reyno, mamá de una nena diagnosticada en plena pandemia con apenas 7 años y que está batallando contra la obra social para tener en tiempo y forma el tratamiento prescripto por el que tuvo que pagar, además, un coseguro de 60 mil pesos en octubre.
En apenas tres meses ya reúne a casi mil familias y logró ingresar un proyecto de ley en el Congreso de la Nación para el abordaje integral de la PP: incorporación al Programa Médico Obligatorio (PMO) para que se contemplen las prestaciones necesarias para la detección temprana, el diagnóstico y el tratamiento integral, además de la difusión masiva sobre el tema y la capacitación a docentes y personal de salud.
La resolución del Ministerio de Salud de la Nación llegó después de una reunión que las familias organizadas consiguieron a principios de noviembre. No sólo por la imposibilidad de pagar el costo del tratamiento sino por dos preocupaciones urgentes: el subdiagnóstico de la Pubertad Precoz y la necesidad de que el país garantice el abastecimiento frente a la disparada de casos. Por eso además presentaron un proyecto de ley integral en el Congreso de la Nación: “Muchos médicos pasan por alto una vellosidad axilar, una sudoración olorosa o distintos signos de pubertad precoz”, describe Analía. “La desesperación de personas que entran todos los días a los grupos es terrible: van y vienen por consultorios sin dar con el diagnóstico y, cuando lo tienen, siguen dando vueltas en la burocracia para obtener la medicación”. En estos meses se detectaron faltantes de medicación en el país julio y octubre. Y advierten que esto se agravará si no se adecúan las compras a la medida de la multiplicación de casos. “Si los casos se están multiplicando, el Estado tiene que actualizar las compras previstas porque la medicación es importada. Entonces, de nada sirve tener una resolución que cubra el ciento por ciento si no lo tenemos. Y también estamos a la espera de que esta resolución se aplique en el país, que no sucede de forma automática”.
Gabriela Guercio, jefa de clínica médica de Endocrinología del Hospital Garrahan, respalda la percepción global acerca del incremento en la consulta médica desde el inicio de la pandemia y dice que están a la espera de datos oficiales para poder contar con precisiones en la incidencia: “Aún no contamos con un registro local o nacional que evalúe la incidencia de pubertad precoz en nuestra población para comparar con los datos pre-pandemia. Estos datos están siendo analizados por un grupo de expertos pertenecientes a diferentes sociedades médicas del país”.
PB