2020 va a ser el año de las mujeres en el Universo extendido de DC gracias al estreno de ‘Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harvey Quinn)’ y ‘Wonder Woman 1984’. La primera es sobre el papel una apuesta más arriesgada, ya que es cierto que el personaje interpretado por Margot Robbie fue uno de los aspectos más aplaudidos de ‘Escuadrón suicida’, pero también que la película fue una decepción y el Joker con el rostro de Jared Leto de lo peor de la función.

El primer acierto de ‘Aves de presa’ ha sido prescindir por completo de Leto para centrarse por completo en Harley Quinn. Es verdad que hay varias alusiones al mítico villano del universo de Batman, pero eso se debe a que la película arranca con Quinn intentando aún superar la ruptura de la pareja y encontrando su lugar en Gotham. Eso da pie a un estupendo inicio que va perdiendo gas hasta llegar algo renqueante a la meta.

Buscando su voz dentro del universo DC

Escena Aves Presa

Escena Aves Presa

Se usa de forma recurrente a lo largo de todo el metraje de ‘Aves de presa’, pero la voz en off tiene una presencia especialmente notable en estos primeros minutos, sirviendo tanto para poner en palabras los pensamientos de la protagonista como para incidir en ese lado cómico de la cinta que siempre estar presente pero sin llegar a ser nunca lo que realmente domine el tono de la película.

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Ahí está uno de los grandes aciertos del guion de Christina Hodson, ya que en lo puramente argumental no hay nada especialmente llamativo, pero la forma de abordarlo es lo que da a ‘Aves de presa’ una energía diferente que casa muy bien con la personalidad de su protagonista y también se traslada de forma eficaz al resto de personajes con peso en la trama. Incluso se permite jugar con una visión de su sexualidad mucho mayor de forma normalizada, a veces siendo más directa y otra dejándolo a la imaginación del espectador.

Ewan Mcgregor Aves Presa

Ewan Mcgregor Aves Presa

Además, la directora Cathy Yan sabe trasladas muy bien eso en imágenes para destacar el protagonismo de una Robbie que en todo momento da la sensación de estar pasándoselo en grande pero también dar un toque coral para que el resto de peculiares heroínas no sean simples comparsas. Sí que se hubiese agradecido verlas más juntas, sobre todo porque llega un punto en el que sus virtudes no son suficientes para compensar el atasco narrativo que sufre la película.

Durante varios minutos, Hodson y Yan se muestran juguetonas con la narrativa utilizada, una solución que perfectamente podría haberse vuelto monótona en sí misma pero que a la hora de la verdad sirve para incidir en lo que le da cierta personalidad propia. Y si encima vas introduciendo escenas de acción quizá no memorables pero sí fáciles de seguir y con el toque de espectacularidad necesario -la que sucede dentro de la comisaría es especialmente afortunada-, pues mejor.

Acaba cansando un poco

Margot Robbie Aves Presa

Margot Robbie Aves Presa

El problema es que el hilo conductor de ‘Aves de presa’ resulta algo endeble. Lo bien elegidos que están los actores y que cada uno llegue a respirar algo por sí mismo impide que eso sea una molestia hasta que la película se acaba convirtiendo en un inevitable correcalles. El villano quiere un diamante para erigirse como nuevo señor del mal de Gotham y no está dispuesto a que nada se lo impida.

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Todo resulta más previsible y monótono cuando toca encauzar la historia en lugar de centrarse en mostrarnos a Harley Quinn haciendo de las suyas. No es que desaparezca la diversión y además es entonces cuando llega el momento de ver juntas a esas aves de presa, pero lo que antes había sido refrescante y entretenido se vuelve algo que ves sin importarte tampoco demasiado lo que suceda.

Aves De Presa Escena

Aves De Presa Escena

Hay también algunos aciertos cuando esto sucede, sobre todo en lo referente a la ambientación de la gran batalla final, el toque femenino de la función o la curiosa forma de poner solución a la verdadera amenaza, pero para entonces uno puede haber desconectado ya en mayor o menor medida.

Descartada la opción de una espectacularidad deslumbrante -el presupuesto es más contenido que el de la mayoría de producciones de DC-, les quedaba es volver a ser más juguetona, pero a Harley Quinn y el resto de ‘Aves de presa’ se le acaban los trucos a mitad de carrera y le queda la simpatía que uno haya podido cogerles a los personajes para aguantar con mayor o menor interés lo que viene después.

En resumidas cuentas

‘Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn)’ no es la revolución que necesitaba DC, pero sí es un pasatiempo más o menos cumplidor que, por desgracia, va de más a menos. Ojalá hubiese aprovechado más esa mayor libertad creativa que le dio Warner para hacer una película orientada al público adulto, pues al final casi da más la sensación de ser una forma de hacer bromas con las que llegar al público adolescente.