Los bancos empezaron a enviar en las últimas horas mensajes por correo electrónico a sus clientes para recordar las medidas de seguridad que deben tomar las entidades ante transferencias en dólares que puedan ser consideradas «inusuales». El Banco Central busca desarmar el esquema de «coleros» digitales por el cual distintos usuarios «venden» su cupo mensual de compra de divisas por una comisión.

A grandes rasgos, las principales entidades financieras nacionales e internacionales enviaron a sus clientes mensajes similares, en los que explicitan distintas reglamentaciones sobre la compra de moneda extranjera y la utilización del tope de 200 dólares.

«No está permitido: comprar dólares en nombre de otra persona, ceder y/o vender el cupo mensual, dado que el mismo es personal e intransferible, recibir transferencias de dólares sin justificación y correctamente documentadas y realizar falsa declaración relacionada con las operaciones de cambio», envió a un cliente un banco nacional líder.

Un banco internacional, por su parte, recordó a los usuarios la normativa actualizada del Banco Central sobre las transferencias en dólares. Para que el banco habilite envíos a una caja de ahorro en esa moneda, esa cuenta de destino deberá tener una antigüedad de al menos 180 días.

«A partir de la segunda transferencia que recibas dentro del mismo mes, deberás justificar el motivo del movimiento y comprobar que proviene de una actividad legítima», explicó la entidad. «Caso contrario, el banco tendrá que rechazar la recepción de dicha transferencia», concluyó.

Tal como explicó TN.com.arla Justicia y el Banco Central detectaron en los últimos meses la proliferación de «coleros» digitales que formaban parte de un esquema piramidal para, por un lado, vender los cupos mensuales de compra de dólares y además realizar operaciones de «puré» y ganar un monto en pesos por la diferencia entre el precio oficial de la divisa y el blue.

La Justicia en lo Penal Económico y el Banco Central encontraron trazos de una red de personas que iba a barrios populares y organizaba pirámides. Se abrían cuentas bancarias a nombre de distintos titulares sin capacidad adquisitiva para comprar el cupo de U$S200 mensuales. Esas cuentas eran gestionadas por una suerte de “puntero digital”, a cambio de una suma fija de dinero.

Con esas cuentas, abastecidas de pesos, el “puntero” compraba dólares en el mercado oficial y los iba transfiriendo hacia arriba, en un esquema piramidal con distintos escalones. Así, el primero recolectaba los puñados de U$S200 y los transfería de a montos mayores hasta que, en la punta de la pirámide, unas pocas cuevas recibían las divisas.

Según la sospecha, estas cuevas hacían la gran diferencia: terminaban comprando dólares en el mercado oficial más alguna comisión, por lo que pagaban en torno a $100 lo que después vendían a $125 o $127. Los investigadores no descartan vínculos con el narcotráfico.

En una primera instancia, los bancos eligieron enviar notificaciones a clientes con transferencias «inusuales». De esa forma, las entidades inhibieron a esas cuentas de realizar operaciones en homebanking con su caja de ahorro en dólares o incluso visualizar sus saldos en divisas. De todas formas ese dinero se mantuvo disponible para ser retirado en línea de cajas de una sucursal.

El BCRA analizó en un primer momento bloquear los CUITs de quienes cobran el Ingreso Familiar de Emergencia para evitar que puedan convertirse en «coleros»: según explican fuentes del sector, las personas con más necesidades son el público predilecto de estas organizaciones delictivas. Finalmente el Central descartó esa idea.