Así lo confirmó esta mañana Fray Marcelo Mendez, Vicepostulador de la causa. Tras conocerse la noticia, desde la Catedral se realizó un repique de campanas celebrando el nuevo paso hacia la beatificación del frayle catamarqueño. Esta iniciativa también se llevó a cabo en distintas iglesias de la ciudad.
“No tiene explicación científica”, aseguró el Méndez en declaraciones radiales.
¿Qué es un milagro, en qué consiste? Se entiende por milagro un hecho religioso insólito, que supone una intervención especial y gratuita de Dios, y es a la vez un signo o manifestación de un mensaje de Dios al hombre, y una llamada a la conversión.
Suelen distinguirse tres clases de hechos milagrosos, el primero el que supera las fuerzas de la naturaleza en cuanto a la sustancia, es decir, un hecho que la naturaleza no puede realizar, como la resurrección de un muerto. El segundo es el que supera las fuerzas de la naturaleza, no por el hecho en sí, sino por el sujeto en quien se realiza, como un ciego que de repente recobra la vista. El tercero es que nos atañe a nosotros. El que supera las fuerzas de la naturaleza en cuanto al modo.
Ciertamente que el juicio de estos médicos que van a examinar será estrictamente de nivel científico y no teológico.
La Iglesia siempre ha exigido, antes de permitirle el culto a un Siervo de Dios, que por su intercesión se hayan obrado hechos de naturaleza milagrosa.
La legislación actual supone la necesidad de algún milagro, tanto para la beatificación como para la canonización. Según la praxis actual, para la beatificación basta un milagro realizado después de la muerte del Siervo de Dios, y comprobado mediante una investigación. Y se requiere otro milagro realizado después de la beatificación, para la canonización.
Ordinariamente, en torno de una persona que murió en fama de santidad, surgen grupos de fieles que se encomiendan a ella y comienzan a hablar enseguida de hechos milagrosos atribuidos a su intercesión, aun en los casos que parecen más serios es necesario una concienzuda investigación, para no perder el tiempo inútilmente y encontrarse con sorpresas desagradables después de haber instruido la investigación.
¿Nosotros qué podemos hacer? Rezar incesantemente y con fe. Se están realizando en la querida ciudad y provincia de Catamarca diversos actos en este sentido. Nosotros oremos con fervor y que todo sea para la mayor gloria de Dios, de María Santísima del Valle y de su Hijo querido en la fe, Fray Mamerto Esquiú.
Fray Marcelo Méndez
Vicepostulador de la Causa