Un gol de Thorgan Hazard (42) dio a los belgas el pasaporte para Munich, donde el viernes se enfrentarán a Italia por un lugar en las semifinales del torneo continental.

Tras clasificarse como líderes de grupo para estos octavos de final con un pleno de victorias, los “Diablos Rojos” mantuvieron su impecable recorrido en la Eurocopa frente a la vigente campeona continental.

Los dos equipos salieron al campo con todas sus estrellas, pero hasta el gol no se activó un partido muy táctico entre dos conjuntos muy cautos y respetuosos de entrada.

Portugal fue el primero en avisar con un disparo demasiado cruzado de Diogo Jota, pero la primera media hora fue dominada por un Bélgica dueño de la pelota, ante unos lusos que se sentían cómodos esperando para salir al contraataque.

El partido se atascaba en el centro del campo, donde los dos equipos acumulaban hombres, tapando los espacios y haciendo difícil la progresión.

Cristiano Ronaldo obligó a estirarse al arquero belga Thibaut Courtois tras un tiro libre bien ejecutado.

El capitán de Portugal estuvo muy vigilado por la defensa rival y no pudo seguir aumentando su cuenta, que lo mantenía como mejor goleador de la Eurocopa.

El seleccionado luso se animó a disputarle el balón a los belgas, pero al filo del descanso llego el tanto de los Diablos Rojos.

El pequeño de los hermanos Hazard recibió en fuera del área para sacar un remate cruzado que se metió a media altura en el arco defendido por Rui Patricio poniendo a Bélgica por delante en el marcador.

A la vuelta del descanso, los dirigidos por el español Roberto Martínez sufrieron un duro golpe con la salida de su pilar Kevin De Bruyne, que se retiró nada más iniciarse la segunda parte con problemas en el tobillo izquierdo.

De Bruyne había sufrido una dura entrada por detrás de Joao Palinha en el descuento del primer tiempo, que acabó pasando factura al belga.

Sin uno de sus pesos pesados, Bélgica vio como Portugal animó el partido dando más intensidad a su juego y a su presión, haciendo recular a los belgas.

Los lusos empezaron a presionar la salida del balón de los belgas para recuperar pronto y más cerca de la portería contraria.

El seleccionador portugués Fernando Santos decidió añadir pólvora a su equipo con las entradas de Joao Felix y Bruno Fernandes por Bernardo Silva y Moutinho.

Nada más salir, Joao Felix puso en apuros a Courtois con un cabezazo y en el descuento, el joven artillero dirigido por Diego Simeone en Atlético de Madrid envió ligeramente fuera otro disparo peligroso.

Los belgas abandonaron la pelota para cerrarse atrás y salir en rápidos contragolpes tratando de aprovechar la velocidad de hombres como Romelu Lukaku que se sacó un disparo demasiado cruzado.

Sólidos en defensa, Bélgica aguantaba las acometidas de los lusos, que se toparon con un gran Courtois en una de sus mejores ocasiones.

El meta belga despejó un cabezazo a bocajarro de Ruben Dias y apenas dos minutos después Raphael Guerreiro disparó raso al palo.

Con el partido convertido en una autopista de arco a arco, los portugueses siguieron martilleando el área rival, pero la defensa belga aguantó el empuje para acabar llevándose la victoria y una plaza en los cuartos de final de la Eurocopa.