En tanto, el jardinero Armando Gómez fue condenado a 18 años de prisión por similares delitos.

Corbacho, de 59 años; Corradi, de 83 y nacionalidad italiana, y Gómez, de 57, llegaron al juicio como acusados de abusos de menores sordomudos e hipoacúsicos en centros educativos de La Plata y Mendoza gestionados por el Instituto Próvolo.

Corbacho había sido imputado por 16 hechos, mientras que a Corradi lo acusan por seis y a Gómez por otros seis, en una causa que tiene una decena de víctimas de entre 4 y 17 años de edad.

Se trata de la segunda condena por los abusos en el Instituto Provolo, ya que ya había sido sentenciado a diez años de prisión Jorge Bordón, un monaguillo que también trabajaba en el establecimiento y fue hallado culpable de once abusos. El veredicto fue dictado por los jueces Carlos Díaz, Mauricio Juan y Aníbal Crivelli.