Tras las derrotas nacional y bonaerense de Juntos por el Cambio, el futuro de la mayor parte de los funcionarios que se quedarán sin silla el 10 de diciembre es una incógnita. Sin embargo, empezaron a trascender algunos movimientos, resultado de negociaciones que están en marcha hace semanas. Muchos se orientan a desembarcar en los distritos importantes que quedaron en manos del macrismo, aunque no hay lugar para todos y varios ya avisaron que vuelven al sector privado.
Los diálogos empezaron de forma subterránea después del revés de las PASO. Y se activaron con fuerza después de las elecciones generales. Con la derrota confirmada, las definiciones se conocerán en los próximos días.
Las negociaciones de cargos, aseguran en la fuerza saliente, se manejan de forma «ordenada» entre las cúpulas de los distritos. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, la gobernadora María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y el jefe comunal electo de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, son los interlocutores de los diálogos por los cargos.
«No hubo desubicados», ilustró una fuente cercana a Larreta, que lidera el distrito más codiciado por los funcionarios que se quedan sin trabajo.
A un mes de la transición, los roles que pasarán a ocupar -o no- es una de las comidillas de las conversaciones en cualquier escala del Estado. Mientras reina un clima de ansiedad e incertidumbre, lo único seguro es que los cargos políticos quedarán en manos de dirigentes del Frente de Todos.