ES CLAVE CAMBIAR HÁBITOS EN LA ALIMENTACIÓN
Graciela Maturano, médica especialista en medicina holística, precisó que se debe volver a una alimentación tradicional.
Se conoce que un buen estado nutricional se logra a partir de una alimentación equilibrada, que incluya todos los alimentos para satisfacer las necesidades de funcionamiento del organismo. Sin embargo el confinamiento prolongado en el país y la provincia poco ayudó a la elección de una alimentación saludable, y como método de combatir el aburrimiento y encierro muchos se centraron en sobrealimentarse con harinas y bebidas gaseosas más alimentos industrializados, subiendo así de peso y perdiendo el estado nutricional adecuado. La magíster Graciela Maturano, médica especialista en salud pública y medicina holística, contó que si los catamarqueños cambiamos de hábitos podremos contrarrestar el virus con un sistema inmunológico fortalecido capaz de combatir de manera natural los virus estacionales, incluso el COVID-19.

“Un hábito saludable es para siempre pero ahora con el COVID es más elemental; es necesario que alcalinicemos nuestro medio interno, es fundamental para cualquier proceso virósica. Alcalinizar significa hábitos saludables, sobre pilares fundamentales: alimentación, respiración que nos permita oxigenar, salud mental, es decir estar bien, sin miedo, porque el miedo genera la máxima inhibición del sistema inmunológico, siendo que es con lo único que me puedo defender, por eso debemos tener estimulado el sistema inmunológico con un pensamiento calmo, sacando el miedo, los pensamientos negativos”, explicó.

En cuanto a lo que incluye una alimentación alcalina para fortalecer el sistema inmune mencionó que se trata simplemente de todos los alimentos naturales.

“Debemos volver a consumir todo lo que la tierra produce: las frutas, las verduras, los minerales, pero cuando comemos harinas y alimentos industrializados o gaseosas no lo consumimos, pero cuando consumimos de forma natural, es decir que comemos proteínas, hidratos de carbono de manera natural estamos fortaleciéndonos, además de alimentarnos bien. En esa alimentación incluimos aceites de oliva, no es el aceite muerto de góndola, la fuente de la juventud del cerebro y la células quien la tiene el aceite omega 3 y donde la tenemos nosotros, los catamarqueños, es en las semillas andinas como la quinua y chia, dos maravillas que solo tienen omega 3, sino que la quinua es considerada el alimentos más aproximado a la perfección del mundo; tiene de todo: calcio hierro, omega 3, hidratos de carbono. Fíjese si no seremos agraciados en la vida y aun así no lo aprovechamos”, detalló la profesional.

Teniendo en cuenta que muchas personas lo conocen pero no lo ponen en práctica, la doctora Maturano lamentó que no existe concientización de las familias a la hora de pensar en fortalecer el cuerpo y de aportar nutrientes al desarrollo de los niños, quienes en el futuro deberán enfrentar consecuencias de una mala nutrición.

“Estamos en peligro porque en Catamarca no se tiene una educación alimentaria, sanitaria, hay muy poco, la gente compra alimentos ácidos todo el tiempo. Le voy a dar un ejemplo, si en casa hacemos un mate cocido de yerba y pongo menta, poleo, burro o cola de caballo, que tiene potasio, sodio y otras virtudes estamos aportando a la infusión minerales, pero si hiervo el agua y le agrego un saquito y azúcar estoy tomando agua con azúcar. Nosotros tenemos frutas, zapallos, semillas, legumbres, quinua pero hay desconocimiento sobre este tipo de información. A nosotros nos bombardean con cosas, la gente compra todos sus alimentos en los supermercados y no aprovecha lo que tenemos por desconocer las bondades de nuestra tierra”, manifestó.

Recomendaciones
La clave es una alimentación completa y balanceada para estar mejor preparados durante la pandemia y para enfrentar virus estacionales.
Consumir vitaminas del complejo B: la B12 se halla en productos cárnicos, la B1 en cereales integrales. Vitamina C: está en la naranja, pomelo, mandarina. Vitamina A y D: en la yema de huevo, leche e hígado, y en quesos.
Consumir raciones de frutas y verduras diarias. Elegir el consumo de productos, frutos secos, semillas, aceite de oliva.
Evitar alimentos ultraprocesados y comidas rápidas.