“Me declaro culpable de los hechos que se me endilgan. Quiero pedir disculpas a las familias, a la sociedad. También pedirles disculpas por el tiempo perdido. Quiero pedirles una oportunidad porque más allá de los hechos que he cometido, hoy por hoy en el Servicio Penitenciario Provincial me están ayudando a salir de esto. Estoy en un pabellón de violencia; que el pasado no vuelva a ocurrir. Dentro del servicio estoy poniéndome a disposición de todos. Reitero, mil disculpas a las familias, a la sociedad, pido una oportunidad a ustedes y al señor fiscal, así pueda salir adelante. Estoy muy arrepentido, muy arrepentido. No voy a responder preguntas”, con la confesión del imputado abrió el debate en su contra.El pasado 22 de febrero en la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Tercera Nominación, Pedro Pablo Quintero (52) llegó imputado por los delitos de “grooming” (dos hechos) y por “abuso sexual con acceso carnal calificado por tener el autor conocimiento de ser portador de una enfermedad de transmisión sexual grave y hubiese existido peligro de contagio”. Las víctimas eran dos adolescentes de 14 y 15 años. A una de ellas ultrajó. Desde diciembre de 2019 se encuentra privado de la libertad en el Servicio Penitenciario Provincial, en Capayán.Por tratarse de un delito de instancia privada, el debate –que se desarrolló en una audiencia, tras la confesión del acusado- fue a puertas cerradas. El Tribunal estuvo a cargo de los jueces Jorge Palacios, Marcelo Soria y Patricia Olmi. El Ministerio Público Fiscal estuvo representado por el fiscal Miguel Mauvecín. La defensa fue ejercida por el defensor penal oficial Nolasco Contreras. Dada la confesión de Quintero, el fiscal de Cámara pidió una pena de 14 años. El Tribunal falló en consecuencia, por unanimidad.