La ciudad de Daegu en Corea del Sur se encuentra en alerta después de que se registraran 38 nuevos casos de coronavirus, ligados en su mayoría a una mujer infectada que participó en una ceremonia religiosa de un controvertida secta.

Con estos nuevos casos, el número total de infectados hasta el jueves 20 de febrero en Corea del Sur alcanzaba los 104. 

«Estamos en una crisis sin precedentes«, señaló Kwon Young-jin, alcalde de esta ciudad de 2,5 millones de habitantes (la cuarta más habitada del país), a dos horas de la capital, Seúl.

El contagio que se disparó en la iglesia de Daegu es un fenómeno que se conoce como superpropagación, en el que un individuo transmite una infección a un gran número de personas.

Esto es algo que se ha repetido en casi todos los brotes de enfermedades contagiosas recientes.

No se sabe por qué una persona infectada contagia a más gente que otra.

En algunos casos, como podría ser este episodio en Daegu, es sencillamente porque entra en contacto con muchas más personas, ya sea por su trabajo o el lugar donde vive, y eso significa que pueden propagar más la enfermedad, así muestren síntomas o no.

Medidas precautorias

Entetanto, para lidiar con la crisis, el alcalde ordenó el cierre de bibliotecas y establecimientos de educación preescolar, y se está evaluando la posibilidad de retrasar el comienzo de este trimestre en las escuelas de la ciudad.

Advirtió también a los residentes que permanezcan en sus casas.

El jueves, las calles, teatros y centros comerciales se veían vacíos y Daegu parecía haberse transformado en una ciudad fantasma.

En Seúl, las autoridades bloquearon la entrada a extranjeros que llegan de la provincia china de Hubei, centro del brote, pero no se ha impuesto un prohibición para la llegada de personas de otras partes de China.