«Siendo cocreador del Soldado de Invierno, no debería tener que preocuparme por proveer por mi mujer si me muero», afirma Ed Brubaker en Fatman Beyond, el podcast presentando por Kevin Smith y Marc Bernardin y que dedicó su último episodio a ‘Falcon y el Soldado de Invierno‘, la actual serie de Marvel Studios que podemos ver en Disney+.

El autor de una de las más memorables etapas de ‘Capitán América’ (entre otras magníficas series) se pasó por el podcast y, además de comentar cómo se gestó la resurrección de Bucky Barnes como Soldado de Invierno, abrió el melón en torno al tema de los residuals y royalties logrados por el uso de personajes de su creación.

En concreto pone un dato bastante interesante: ha ganado más por el cameo que tuvo en ‘Capitán América: Soldado de invierno‘ que por el uso del personaje en el Universo Cinemático Marvel incluyendo, sí, la serie. El guionista también apuntaba a otros desdenes que han hecho que acabe un tanto cansado del trato que recibe.

Ed Brubaker Cameo Captain America Ed Brubaker Cameo Captain America

Cuando un «gracias» ya no vale

Algo que ya dejaba caer hace un mes en su propia newsletter, en la que comentaba resignado:

«La mayor parte del tiempo todo lo que hemos recibido Steve Epting y yo por crear al Soldado de Invierno y su trama ha sido un gracias por aquí y por ahí, y eso es algo que se ha vuelto cada vez más difícil de asumir (…) El trabajo de alquiler es lo que es y honestamente estoy emocionado por haber cocreado algo que se ha vuelto algo tan importante de la cultura pop (…) y esa etapa del Capi fue uno de los momentos más felices de mi carrera, ciertamente en lo que he hecho cómics de superhéroes.»

Ese tono resignado de la newsletter pasó a tener matices más de angustia en la conversación con Kevin Smith, en el que lamentaba que el sistema corporativo fuese así por mero desinterés corporativo. Cuestiones como que no le invitasen a la premiere «real» sino a la «otra» o que los cheques que reciban sean insultantemente bajos.

«Cuando veo anuncios de la serie, se me revuelve el estómago», llega a decir Brubaker. A pesar de estos pensamientos, el guionista reconoce que está muy orgulloso de haber creado a sus personajes y que está satisfecho de su trabajo con Marvel. Pero esa mente corporativista es, al final, lo que deja peor sabor de boca:

«No hay nada que evite a nadie en Marvel el mirar cuánto ha sido usado el Soldado de Invierno y todo esto y llamarnos a mí y a Steve Epting diciendo «¿Sabéis qué?, vamos a intentar ajustar la cosa estándar para que os sintáis bien sobre esto»»

(…)

«Cuando trabajo con gente intento darles el mejor trato posible. Si algo acaba siendo una cosa más grande, intento ajustar el trato para que ellos tomen parte en ello también»

Un largo historial de ninguneos a creadores de cómics

Superman1978 Superman1978

En realidad, el caso de Ed Brubaker es el último de los síntomas que indica el celo corporativo de la maquinaria de adaptaciones de las grandes editoriales (Marvel/DC). Bajo la aceptación de que trabajar para ellas es un mero «trabajo de alquiler», las propiedades intelectuales no son de los creadores, sino de la empresa.

Un tema que lleva siendo así prácticamente desde que unos jóvenes Jerry Siegel y Joe Shuster entregaron a Jack Liebowitz las páginas que conformarían la historia principal de ‘Action Comics’ y por el que los autores (y sus herederos) han tenido que luchar hasta el último aliento y recurso legal para que desde DC les concediesen tanto el crédito de la creación de Superman como parte del pastel.

En este aspecto, los años 70 fueron especialmente relevantes. Mientras Stan Lee no dejaba de juguetear con la idea de llegar al cine, los escritores y dibujantes de Marvel y DC empezaban a estar hartos de sus contratos draconianos y la total entrega del alma que suponía trabajar para la editorial. El reciente ejemplo de cómo Jack Kirby estaba siendo ninguneado (motivo por el cual se fue a DC) había puesto a figuras tan importantes como Neal Adams como paladines de un movimiento para reclamar lo que es suyo.

La resolución del entuerto con los creadores de Superman ha sido tan ardua (y se medio resolvió en esa época deprisa y corriendo) que ha coleado prácticamente hasta hace unos pocos años. Y de hecho, si os fijáis, es el único personaje que recibe una acreditación destacada al inicio de ‘La Liga de la Justicia de Zack Snyder‘.

Marvel contra DC también en los derechos de autor

Punisher Spiderman Punisher Spiderman

El caso es que esos años de mediados de la década de los 70 fueron cruciales para los derechos de los autores de cómics. Pero más para DC, cuya condición de filial de Warner (fun fact: técnicamente Warner no compró DC, fue un proceso bastante más complejo) y la adaptación cinematográfica de Superman hizo que tomaran un acercamiento más transmedia y que bonifica a los guionistas y dibujantes por volumen de ventas de cómics y, además, por el uso de sus personajes en otros medios.

Algo que cambió una vez entrados los dosmiles y la editorial se transformó en DC Entertainment, tal y como reivindica Gerry Conway, uno de los mejores guionistas tanto de una y otra editorial, siendo creador de Punisher, Firestorm y Jason Todd entre muchos otros personajes. Desde hace unos años, los personajes «derivativos», como Power Girl, ya no tienen creador:

«Lo siguiente que supe sobre la nueva política de DC Enterteinment en torno al programa de creadores de cómics fue ennervante dado cuantos personajes he creado para DC en la década larga que escribí para la compañía: si quiero recibir un contrato de participación patrimonial por un personaje que haya creado, debía pedir una, por escrito, por cada personaje antes de que este personaje aparezca en otro medio, porque DC rechazaría hacer esa participación retroactiva»

Y esto teniendo en cuenta que la definición de qué es un personaje derivado es algo bastante subjetivo, por lo que puede que no veas un duro en tu vida por personajes tuyos que veas en la tele. Y este es el ejemplo perfecto que muestra que en cuestiones de adaptaciones tanto Marvel/Disney (que jamás ha tenido un sistema de estas características) como DC/Warner tienen mucho camino que recorrer.

Esta diferencia entre Warner y Disney con las adaptaciones de DC y Marvel toman carne en figuras como Jim Starlin, el asombroso autor (hace poco he releído mucho de su material de los setenta y estaba a años luz del resto de Marvel) afirmó haber recibido más dinero por la aparición de un personaje random suyo (Anatoli Knyazev) en ‘Batman vs. Superman‘ que por Thanos en las películas de Vengadores. También Busiek decidió compartir no hace mucho un cheque por su aportación al MCU.

El trabajo para comer

Este es uno de los motivos por los que cada vez que se habla con un guionista/dibujante el discurso es el de que trabajar para Marvel/DC es para comer pero poco más. Solo hay que ver las peleas y cabreos de Alan Moore cada vez que se toca su obra.

Si uno quiere tener la propiedad y recibir una compensación más justa de su obra haría mejor en irse a Dark Horse, Image (ahí tenemos a Kirkman con ‘The Walking Dead‘ e ‘Invincible‘) y otras editoriales que priorizan el autor más que la IP.

Pero además es que, más allá de lo monetario, existe una cuestión de respeto. De tener en cuenta a los autores, o al menos informarles de cosas, que no siempre se da en el mundo de las adaptaciones. Santiago García afirmaba ayer haberse enterado por Twitter de que la temporada 2 de ‘El vecino’, adaptación de Netflix de un cómic suyo, sería la última.