Delante de la titular del FMI y del ministro de Economía, Martín Guzmán, Francisco llamó a aliviar a los países endeudados. Advirtió que a cambio del pago no se pueden exigir políticas que lleven “al hambre y la desesperación a poblaciones enteras”.

El papa Francisco sumó este miércoles su respaldo a la Argentina de cara a la renegociación de la deuda. Aunque no mencionó directamente al país, Francisco afirmó que “no se puede pretender que las deudas sean pagadas con sacrificios insoportables”. Y lo hizo delante de la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, en el marco de seminario que reúne en el Vaticano a reconocidos economistas en el cual participa el ministro de Economía, Martín Guzmán.

“Las exigencias morales de Juan Pablo II en 1991 resultan asombrosamente actuales hoy”, planteó el Papa para luego señalar que “es ciertamente justo el principio de que las deudas deben ser pagadas” pero que “no es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago cuando este vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y la desesperación a poblaciones enteras”.

El Papa habló en encuentro organizado en Roma por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales del Vaticano, denominado “Nuevas formas de fraternidad solidaria de inclusión, integración e innovación (I+I+I)”. Allí coinciden Georgieva y Guzmán.

Las palabras de Francisco de hoy frente a ambos fueron interpretadas como un nuevo gesto en favor de Argentina y de la salida que plantea el gobierno de Alberto Fernández al delicado escenario que dejó el desmedido endeudamiento durante la gestión de Mauricio Macri.

“No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables”, aseguró el Papa y agregó: “En estos casos es necesario, como por lo demás está ocurriendo en parte, encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y el progreso.”

El papa recordó que “de hecho, los objetivos del desarrollo sostenible aprobado por unanimidad por todas las naciones, también reconocen este punto”. En ese sentido, mencionó que “es un punto humano y exhorta a todos los pueblos a ayudar a los países en desarrollo a lograr la sostenibilidad de la deuda a largo plazo a través de políticas coordinadas destinadas a fomentar el financiamiento de la deuda, el alivio de la deuda y la reestructuración de la deuda, según corresponda”.