La ministra de Seguridad de Alberto Fernández, Sabrina Frederic, derogó el protocolo para el uso de armas de fuego que regía para las fuerzas federales que había puesto en funcionamiento su antecesora Patricia Bullrich. También dejó sin efecto el reglamento para el uso de las pistolas eléctricas Taser, el pedido de DNI en estaciones de trenes y el Servicio Cívico Voluntario.
Frederic ya había anticipado algunas de las medidas que finalmente se confirmaron hoy. «Este protocolo es uno de los que seguramente se derogará porque es de un abuso intolerable», había dicho sobre el de uso de armas de fuego, titulado Reglamento General para el Empleo de las Armas de Fuego por parte de los Miembros de las Fuerzas Federales de Seguridad.
Según se indica en el texto de la derogación, este reglamento «excede los criterios impuestos (por la ONU) y se aleja del límite claro al uso de la fuerza letal por parte del personal de las fuerzas policiales y de seguridad». Indica además que «en la base conceptual de este reglamento subyace una inadmisible desconsideración del estándar de la legítima defensa».
Sobre el uso de las Taser, indica que el Reglamento General para el Empleo de Armas Electrónicas No Letales «consta de seis artículos mediante los cuales se regulan de manera genérica y vaga los criterios a los que debe ajustarse el personal policial y de las fuerzas de seguridad en el empleo de armas electrónicas ‘no letales», y aclara que «en realidad, son ‘menos letales’».