Nada más comenzar el año, BBC estrenaba ‘Spyfall’, el primer episodio de la nueva temporada (series) de ‘Doctor Who‘. La duodécima de esta nueva serie y la segunda de Trece, interpretada por Jodie Whittaker. Como la anterior, nos encontramos a Chris Chibnall como guionista jefe de la serie.
Emitida en dos partes (la segunda se emitió el pasado domingo en Reino Unido), ‘Spyfall’ comienza con un nuevo caso para el Doctor y su fam (interpretados por Bradley Walsh, Tosin Cole y Mandip Gill): un ente misterioso está cargándose espías por todo el mundo y el MI6 quiere que nuestros protagonistas investiguen.
Así arranca un doble episodio en el que ‘Doctor Who’ en el que el equipo se divide: Yaz y Ryan viajarán a EEUU para investigar al gran magnate de la tecnología y fundador de Vor, Daniel Barton (Lenny Henry), quien parece tener algo que ver con el tema mientras que la Doctora y Graham van al encuentro de O (Sacha Dhawan), el agente experto en cosas aliens de la agencia.
Antes de que la audiencia se dé cuenta, ya estamos inmersos en una trama de conspiración y espionaje. Y cuando digo sin darnos cuenta es que pasa de tal manera que no te da tiempo a cuestionar lo que estás viendo como, por ejemplo, la introducción de este tal O en el mundo de la Doctora…
Y SPOILERS en los próximos dos párrafos
Sobre todo después de que se descubra el pastel de que O no es otro que el nuevo y reencarnado Master. Un Master que, de hecho, parece más desquiciado que nunca.
Sin dejar de tener su carácter autoconclusivo, con el regreso del Master nos encontramos con la primera piedra de lo que parece ser el arco de la temporada. Ese “todo lo que creías saber hasta ahora es mentira” resuena por completo a lo largo del enfrentamiento entre némesis, con el interrogante del por qué del sino de Gallifrey germinando.
Un inicio de temporada con luces y sombras
No es la primera vez, ni siquiera en el ya longevo revival (parece mentira, pero comenzó hace 15 años) en el que se pone en entredicho a los Amos del Tiempo. Habría que ver cómo Chibnall desarrolla este arco argumental, pero me imagino que hasta que no esté bastante más avanzada la temporada.
En cualquier caso, este inicio de temporada es bastante prometedor. Es verdad que ahora mismo ‘Doctor Who’ no está pasando por su momento más brillante creativamente hablando, pero creo que Chris Chibnall tiene ya bastante claro el cómo mantener el espíritu aventurero (y de ficción para toda la familia) con su visión del personaje.
La temporada anterior fue una de dudas y transición, una de recomponer piezas, presentar personajes y las nuevas inquietudes y ya nos olíamos que sería en esta nueva tanda cuando Chibnall empezase a jugar con la rica e inmensa mitología whoviana. Y así ha sido.
Por lo menos a medias, porque resulta que agencias aliadas (y en este doble episodio su aparición hubiera sido apropiada) establecidas por sus antecesores como UNIT y Torchwood están fuera de combate.
Si bien no es para lanzar cohetes, ya que sigue habiendo algún que otro problema a la hora de desarrollar las tramas y la introducción de los personajes históricos resulta algo forzada, la temporada doce de ‘Doctor Who’ ha comenzado con el toque de aventura idóneo para pasar unas dos horas bastante entretenidas. Un comienzo explosivo que nos da esperanzas cara al futuro de la serie de ciencia ficción.