Un estudio de la a Sociedad Argentina de Nutrición dio un dato alarmante: en cuarentena, 8 de cada 10 argentinos subieron de peso. Esto demuestra los efectos nocivos del prolongado aislamiento social en las personas, que dejaron de lado la actividad física y consumieron más alimentos y bebidas.

El estudio, titulado “Impacto de la cuarentena en los hábitos de los argentinos”, le preguntó a 5.458 argentinos sobre sus vida durante la cuarentena, y concluyó que en el aislamiento habían incurrido en una mayor ingesta de alimentos y/o bebidas y la disminución de la actividad física.

La nutricionista Luciana Aressi indicó que “el aumento de peso no es solamente por no hacer actividad física y comer otras cosas, sino también por no dormir adecuadamente y no tener una rutina”. “Trabajo con muchos deportistas y les pasa que no han cumplido los objetivos, aumentan la masa adiposa, están desordenados con las comidas y eso lleva al sobrepeso”, agregó.

Otra encuesta, del Instituto de Tecnología de Universidad Argentina de la Empresa, buscó cuáles fueron los hábitos alimenticios de los habitantes de  la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. Lo que descubrió ese estudio fue que los servicios de entrega a domicilio de productos han sido utilizados sólo por el 35% de los encuestados, con un promedio de dos pedidos en el período estudiado. El 31% ha realizado pedidos de comida lista a domicilio (delivery) y, en promedio, realizaron dos pedidos durante el aislamiento.

Además, más de la mitad de los encuestados prepararan comidas que antes no solían cocinar. Uno de los cambios de comportamiento que se han visualizado durante el aislamiento es el comer por aburrimiento. En cuanto a la actividad física, el 60% de los encuestados tenía el hábito de realizar actividad física previo al aislamiento.