En un hecho casi sin precedentes, el cuerpo de concejales de Valle Viejo, por unanimidad aprobó este jueves en la primera sesión virtual, la creación de un Programa de Gestión Menstrual Sostenible, que permitirá avanzar en reducir las desigualdades generadas por las barreras económicas en el acceso de productos de gestión menstrual, que tienen implicancias en la salud, la educación y el trabajo.

La autora del proyecto, la concejala y presidenta del CD de Valle Viejo, participó en mayo de la presentación del informe que hizo la Subsecretaría de Asuntos Parlamentarios de Jefatura de Gabinete y la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, en el que se destacaron los diferentes campos sobre los que hay que actuar para garantizar que se pueda gestionar la menstruación de manera tal de ejercer los derechos fundamentales.

“Hay que diseñar políticas para garantizar acceso a los productos gratuitos de gestión menstrual e infraestructura de higiene; garantizar precios accesibles; promover la educación con un abordaje de género y promover la producción de PGM sustentables en términos ambientales y avanzar en un esquema integral del tratamiento de la gestión menstrual como una cuestión de equidad y de justicia social”, sostuvo la concejala.

En ese encuentro, se concluyó que “lo personal es político” y “tenemos el desafío de transitar de aquello considerado íntimo y personal a una respuesta de política pública. Hablar de menstruación es romper con una cultura que produce y reproduce desigualdades de género. Hay que romper el tabú, tenemos que sentirnos libres porque esto también es educación sexual integral, es salud, trabajo y seguridad”.

El informe de Justicia Menstrual Igualdad de género y gestión menstrual sostenible, sostiene que la crisis generada por la pandemia de COVID-19 reforzó las desigualdades económicas preexistentes y tuvo un impacto asimétrico sobre los/as trabajadores/as informales, las mujeres y los/as jóvenes, que perdieron empleos e ingresos.

En este sentido, en la Argentina, la mitad de quienes no consiguen empleo son jóvenes de hasta 29 años, y son las mujeres en esta franja etaria las que tienen mayores niveles de desempleo.

Por este motivo, la pobreza está feminizada.
Para culminar Pennise, explicó que el grupo La Tribu en Catamarca realizó una interesante encuesta que arrojó que, menstruar en Catamarca cuesta más de 5 mil pesos al año. El relevamiento tuvo respuestas de mujeres de toda la provincia.

«Estamos escribiendo nuestra propia historia en cada uno de nuestros territorios con la justicia menstrual. Seguimos achicando brechas”, precisó.

La Unión