Giro a la derecha en Portugal. Tras ocho años de Gobierno del socialista António Costa, la coalición conservadora Alianza Democrática (AD), pilotada por Luís Montenegro, ha ganado con una estrecha ventaja las elecciones legislativas celebradas este domingo con el 30,45% de los votos con el 96% escrutado, sin que todavía se conozca cuál es el número total de asientos que ha logrado.
En segundo lugar, se sitúa el Partido Socialista (PS), con Pedro Nuno Santos a la cabeza, que cosecha el 28,57% de los votos, resultado que supone un batacazo respecto a la mayoría absoluta obtenida con el 41,37% de los sufragios hace dos años.
La extrema derecha de Chega se consolida como tercera fuerza con el 18,46% de los votos, porcentaje que casi triplica el logrado en 2022. La cuarta plaza es para el partido de derecha Iniciativa Liberal, con el 4,68%, seguido muy de cerca por la izquierda de Bloco, con un porcentaje de voto del 4,22%, según datos del Ministerio de Administración Interna (del Interior). A continuación están la alianza de comunistas y ecologistas CDU y el izquierdista verde Livre.
El recuento dibuja un escenario reñido y sin mayorías absolutas (situada en 116 diputados), por lo que los pactos serán fundamentales para formar gobierno. Mientras que la suma de partidos de izquierda no parece suficiente, la extrema derecha, podría tener un papel clave como tercera fuerza más votada, pero el líder de la coalición conservadora ha descartado por activa y pasiva un posible acuerdo con Chega, asegurando que las opiniones y políticas de su líder, André Ventura, son “a menudo xenófobas, racistas, populistas y excesivamente demagógicas”. El candidato socialista, por su parte, llegó a admitir que permitiría un gobierno conservador en minoría para hacer de cortafuegos contra la extrema derecha.
El vecino luso ha acudido a las urnas en un adelanto electoral forzado por la dimisión del primer ministro Costa el pasado noviembre a raíz de una investigación por presuntas irregularidades en negocios energéticos y un centro de datos, aunque no hay ninguna acusación formal contra él. La campaña ha estado dominada precisamente por la corrupción y la gobernabilidad, con las encuestas avanzando un crecimiento de la extrema derecha en un momento en el que el país se prepara para conmemorar el 50º aniversario de la Revolución de los claveles que acabó con la dictadura de Salazar.
Conservadores y socialistas han llegado igualados a la cita, pero los últimos sondeos apuntaban a una victoria de Alianza Democrática, liderada por el conservador Partido Social Demócrata (PSD). Sin embargo, la incertidumbre sobre los resultados ha sido total, debido principalmente al margen de error de las encuestas y el gran porcentaje de indecisos. En los comicios, que han concluido a las 20:00 hora local con el cierre de los colegios electorales en el archipiélago de las Azores, están en juego los 230 escaños de la Asamblea de la República. A media tarde, la participación era del 51,96%, una subida de más de seis puntos respecto a los últimos comicios, hace dos años.
Con los resultados en la mano, la derecha podría volver al poder tras ocho años en la oposición. Encabezados por Costa, los socialistas han gobernado desde que desalojaron a los conservadores del poder en 2015 con un acuerdo de fuerzas de izquierda, y después vencieron en las elecciones de 2019 y 2022, año en el que dieron la sorpresa y ganaron con mayoría absoluta tras presentarse como la opción para frenar a la extrema derecha.
La dimisión de Costa hizo resucitar a Montenegro después de que sus críticos no le augurasen vida política más allá de las europeas de junio de 2024. Antiguo líder parlamentario de Passos Coelho, no tiene experiencia de gobierno. Sucedió a Rui Rio al frente del PSD tras su derrota en las elecciones de 2022. En estos comicios se ha presentado en coalición con el conservador Partido Demócrata Cristiano (CDS) y el irrelevante Partido Popular Monárquico (PPM).