Y no nos extraña: todo el mundo quiere tener un televisor en su salón que le permita instalar aplicaciones como Netflix o HBO para disfrutarlas en una pantalla digna, y no en una ordenador o una tableta.

Por no hablar de la posibilidad de poder navegar por Internet o ver vídeos en YouTube desde la comodidad del sofá.

Pero que un televisor sea inteligente no solo significa que se conecta a Internet.

Otra de sus características más destacables es que disponen de una pequeña cámara y de un micrófono.

La idea es que los usuarios puedan realizar videollamadas a través de ellos.

Pero justo estas dos piezas pueden ser realmente peligrosas. Al menos eso es lo que cree el FBI.

La oficina local del FBI en Portland emitió una seria advertencia justo antes de la semana del Black Friday, unos de los días de compras más importantes del año.

El mensaje, publicado en la web de esta agencia gubernamental, dice lo siguiente:

 “Más allá del riesgo de que el fabricante de su televisor y los desarrolladores de aplicaciones puedan estar escuchándolo y mirándolo, ese televisor también puede ser una puerta de entrada para que los hackers entren a su hogar. Es posible que un delincuente no pueda acceder a su computadora bloqueada directamente, pero es posible que su televisor no seguro le brinde una manera fácil en la puerta trasera a través de su router ”, asegura el FBI.

El FBI advierte que los piratas informáticos pueden tomar el control de un televisor inteligente no seguro y, en el peor de los casos, tomar el control de la cámara y el micrófono para espiar las casas en donde estén instalados.

Los ataques activos contra televisores inteligentes son raros, pero no desconocidos.

Debido a que cada televisor inteligente viene con el propio software de su fabricante y está a merced de su programa de parches de seguridad a menudo poco fiables e irregulares, algunos dispositivos son más vulnerables que otros. A principios de este año, los piratas informáticos mostraron que era posible secuestrar el dispositivo de transmisión Chromecast de Google y transmitir videos aleatorios a miles de víctimas.

 De hecho, algunos de los programas más sofisticados para hackear televisores son obra de la mismísima CIA, la agencia de inteligencia de los Estados Unidos, como filtró Wikileaks.

 Pero este tipo de amenazas no son las únicas que pueden comprometer la seguridad de nuestros televisores inteligentes. La principal es mucho más sutil: la cantidad de datos que almacenan los fabricantes de televisores sobre nuestros hábitos de consumo televisivo o de Internet.

 Por ejemplo, hace unos años que el fabricante de televisores inteligentes Vizio tuvo que pagar 2,2 millones de dólares en multas después de que lo descubrieran en secreto recolectando datos de visualización de los clientes.

 ¿Cómo evitar estos problemas?

El FBI recomienda colocar cinta negra sobre una cámara de TV cada vez que no esté en uso y además mantener su TV inteligente actualizada con los últimos parches y correcciones, y leer la política de privacidad para comprender mejor de qué es capaz su TV inteligente.

Pero se olvida de hacer una de las lógicas e importantes: la televisión más segura es aquella que no está conectada a Internet..