“Estar en este Santuario es una gracia especial”, dijo el Obispo al dirigirse al Padre Flores; y valoró que el Padre Díaz “ha sido mi estrecho colaborador a lo largo de estos diez años”.
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Durante una ceremonia concretada el sábado 29 de agosto, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, puso en funciones al nuevo Rector de la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle. Se trata del Padre Gustavo Flores, oriundo de Belén, quien venía ejerciendo su ministerio sacerdotal como párroco de Santa Rosa, en el departamento homónimo del Este provincial.
La Santa Misa fue concelebrada por el Vicario General, Pbro. Julio Murúa; los Capellanes del Santuario, Pbros. Mario Hernández y Juan Orquera; Fray Pablo Reartes, sacerdote de la comunidad franciscana; y el Pbro. José Antonio Díaz, quien en esta jornada concluyó una década de labor pastoral en el principal Santuario de la Diócesis de Catamarca.
Participaron de la celebración servidores de los distintos equipos que trabajan en el Santuario, miembros de instituciones, movimientos y áreas pastorales, familiares y amigos del padre Gustavo Flores, y fieles en general.
Luego de la lectura del decreto de designación, que estuvo a cargo del Vicario General, se escucharon las emotivas palabras de bienvenida pronunciadas por de la Lic. Lucrecia Molas, servidora de la Virgen, quien se dirigió al Padre Gustavo expresando: “Somos más de 100 personas dedicadas a la atención del Santuario y de los peregrinos, sobre todo en las fiestas de abril y diciembre, que es cuando llega la mayor cantidad de devotos y peregrinos. Todos estamos dispuestos a trabajar y acompañarlo en esta nueva tarea que inicia”.
Al destacar algunas obras dijo: “Se va a encontrar con una Catedral remozada, pintada por fuera y por dentro; altares, sobre todo los del crucero, también restaurados; una Capilla del Santísimo digna de su divina Majestad; el Museo de la Virgen y también la remodelación del Trono festivo, última de las realizaciones. Todo esto fue posible gracias a la paciencia, la sabiduría y también algunas canas nuevas de nuestro querido Padre Pepe”.
“Pero la Joya más preciada de este Santuario es sin dudas la Imagen de Nuestra Señora del Valle, hermosísima, sagrada, cuatricentenaria, que a partir de ahora usted tendrá que cuidar”, manifestó Molas, señalando que “también le va a tocar clausurar el Año Mariano Nacional en el mes de diciembre, y el Congreso Mariano Nacional –Espacio de Animación y Encuentro Virtual-, que aunque no pudo realizarse en forma presencial en el mes de abril por la pandemia, está realizándose durante agosto y septiembre a través de conferencias, aulas virtuales, conducidas desde este Santuario, desde esta diócesis, con la participación de todas las diócesis del país, incluso con conferencistas internacionales, y que tendrá que tener su conclusión en el mes de diciembre”.
Luego de darle la bienvenida al Padre Gustavo Flores en nombre de los servidores del Santuario, agradeció “al Padre José Antonio ‘Pepe’ Díaz Ruiz por toda la tarea que ha llevado a cabo con nosotros durante diez años”.
Seguidamente, el Obispo bendijo el agua con la cual el Padre Flores roció a los presentes.
“Ha sido mi estrecho colaborador a lo largo de estos diez años”
Al momento de su homilía, Mons. Urbanc se dirigió al Padre Díaz y al Padre Flores. “Querría agradecer al Padre José por todo lo que ha hecho. Ha sido mi estrecho colaborador a lo largo de estos diez años, tres veces le renové el período, lo hacemos por tres años al Rector. También le ha tocado llevar adelante la Vicaría de Pastoral, tarea ardua, y lo ha hecho con mucha competencia. Por eso no tengo más que palabras de agradecimiento. He aprendido mucho a su lado, y esto es muy importante, muy valioso”, manifestó el Pastor Diocesano.
Y continuó: “Por eso le he pedido esta disponibilidad para acompañar a los hermanos de La Perla del Oeste, una comunidad grande. Es una parroquia emblemática dentro de nuestra diócesis. Y sé que él va a saber hacer esa tarea con altura, con competencia. No me cabe la menor duda que la Virgen del Valle lo va a colmar de bendiciones para poder seguir sirviendo al Señor”.
Destacó la conducción que llevó adelante durante “una década, que es muy significativa en la vida del sacerdote y también de una comunidad”. Y pidió a los fieles que “recen mucho por él, porque mañana –por el domingo 30- asume la conducción de la parroquia en Andalgalá”.
“Estar en este Santuario es una gracia especial”
Luego de agradecer al Padre Gustavo “por aceptar este desafío”, compartió “tres aspectos del servicio que presta un Rector en este templo matriz. En primer lugar, Santuario: se construyó este templo como lugar para custodiar y para que la Santísima Virgen María pueda encontrarse con sus hijos. Pídele a la Virgen que te ayude y que cada vez que te encuentres con un peregrino te renueve la fe, que también tú te veas aquí como peregrino de la mano de María a la Casa del Padre”.
También le pidió “de corazón que pongas particular énfasis en coordinar la tarea con todos los sacerdotes capellanes, y quizás invitando a otros sacerdotes de la diócesis para que puedan venir y prestar este hermoso servicio”. Además, le recomendó que continúe impulsando la peregrinación de las parroquias al Santuario, que “lo puedas potenciar con tus hermanos sacerdotes de las distintas parroquias a lo largo del año”, sugirió.
El Pastor Diocesano expresó su deseo de que “sea un Santuario que vaya marcando con mucha incidencia la vida de las personas, que somos una Iglesia en salida, que lleva el mensaje a los hermanos”.
En segundo lugar, “este templo es Catedral, la cátedra del Obispo. En ese sentido te pido una estrecha relación con el Obispo y que reflejes que es el templo desde donde el Obispo conduce, dirige, enseña, acompaña y santifica a todos en esta diócesis. Así que te pido que me ayudes a que todo lo que se pueda decir a los fieles desde esta cátedra sea edificante, sanador. Tiene que ser un templo que acoja a todos, abierto, donde se alabe y se honre a Dios, y se cure a tantas personas que vienen heridas, que se pueda enseñar a todos a vivir profundamente su fe, su esperanza y su caridad”.
“Por último, Basílica, tiene ese título que evoca el palacio del rey, ‘basileus’ significa ‘señor’ en griego. Las casas señoriales se llamaban basílicas, y es casa señorial porque aquí reina Cristo, reina María. Tendrás que hacerles percibir a tus hermanos peregrinos que tiene esa importancia. Así que tienes una gran tarea. Es importante trabajar en equipo, dialogar, recibir a los sacerdotes de la diócesis para que puedan prestar su servicio, encontrarse con María, dedicar tiempo a las confesiones y a bendecir”, aseveró el Obispo.
También expresó que “cuando el Señor en su providencia y a través del discernimiento le confía a algún sacerdote estar en este Santuario es una gracia especial, que a uno le exige santidad, estudio, disponibilidad, apertura, mucha caridad, mucho para aprender. Gracias por haber aceptado este desafío y que, mirándola a la Virgen María, rezando mucho el Rosario y acercándote a Ella, puedas llevar adelante esta noble tarea de servir a los hermanos de la diócesis y de todos los que nos visitan”.
Continuando con la ceremonia, el flamante realizó la profesión de fe, la promesa de fidelidad y la renovación de las promesas sacerdotes ante el Obispo y la asamblea allí congregada.
También recibió los óleos sagrados para la administración de sacramentos; el cáliz, la patena; y después de la Comunión, la llave del Sagrario donde colocó la reserva del Santísimo Sacramento.
Después de la bendición final, el flamante Rector de la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle recibió el afecto de su familia, amigos y la comunidad en general.