Martín Guzmán, ministro de Economía de la Nación.

/* custom css */
.tdi_10_2f2.td-a-rec{ text-align: center; }.tdi_10_2f2 .td-element-style{ z-index: -1; }.tdi_10_2f2.td-a-rec-img{ text-align: left; }.tdi_10_2f2.td-a-rec-img img{ margin: 0 auto 0 0; }@media (max-width: 767px) { .tdi_10_2f2.td-a-rec-img { text-align: center; } }

La tasa se sitúa nuevamente cerca del nivel de 1.600 puntos básicos. Hay escepticismo por las presiones de un sector del Gobierno para que haya más subsidios y no tanta “prolijidad fiscal”.

En medio de la disputa del ministro de Economía, Martín Guzmán, con el ala dura del oficialismo, el riesgo país se encuentra nuevamente en alza, rozando el nivel de 1.560 puntos básicos, lo que demuestra el grado de desconfianza que tiene Argentina para los inversores, tanto locales como externos.

Con una mayor nitidez de tendencia alcista en los tipos de cambios bursátiles, especialmente el denominado contado con liquidación, que se sitúa en torno a 157 pesos a la venta, en el mercado estiman que la falta de definiciones en la disputa entre Guzmán y el subsecretario de Energía, Federico Basualdo por las política tarifaria está incrementando la desconfianza.

“La tasa de riesgo va a seguir en niveles muy elevados. Hoy en día está impactando sin dudas la pelea política, a pesar que en el exterior no es una jornada positiva. Pero impacta más el ruido político local”, aseguró a PERFIL un importante operador.

De allí es que en la city porteña ven que el futuro del ministro de Economía dentro del gabinete del presidente Alberto Fernández sigue muy incierto, más allá que el mandatario lo lleve a su gira por Europa, que comenzará el 10 de mayo.

“El mercado sabe que Guzmán cuenta con un fuerte respaldo del presidente, pero el mayor temor es que el sector duro del Gobierno lo termine desplazando, más allá de ese apoyo”, recalcó el mismo broker del microcentro porteño.

Esta situación también es observada con mucha preocupación por el establishment local.

Preocupación

En las últimas horas, se sucedieron contactos entre la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) y en esas conversaciones los ejecutivos ven con “mucha preocupación que todo ese ruido agravará la falta de inversión que padece la economía local”.

“Es indudable que el clima de negocios en el país en este momento es muy malo. No se ve ninguna señal que permita visualizar un camino para atraer la inversión en distintos rubros. El desequilibrio macroeconómico es muy importante y no se ven medidas de fondo”, le comentó a Perfil uno de los integrantes de la cúpula de la central fabril.

Esa misma visión es la que tienen en la Asociación Empresaria Argentina e incluso, entre las entidades empresarias que representan a las pymes.

Los distintos sectores empresarios ven que al ruido político creciente se le suma las idas y vueltas del Ejecutivo con la estrategia fiscal y de emisión monetaria.

De hecho, la emisión monetaria tuvo otra vez una tendencia ascendente, ya que se observó una expansión de 55.000 millones de pesos.

Pero, además, se están empezando a incrementar la presiones de diversos dirigentes del oficialismo para que haya una expansión del gasto público, sin tener “tanto en cuenta” el balance fiscal.

Sin ir más lejos, Claudio Lozano, titular del Banco Nación, dijo sin vueltas que “Guzmán tiene que modificar la orientación general de su polìtica”.

En paralelo, casi al unísono, el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, reclamó el regreso del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), para atender la situación de la pandemia.

De allí es que el mercado mira con ojos de mayor preocupación por la evolución del horizonte económico, especialmente por el lado de la subvenciones estatales y el deterioro del balance fiscal.

Subsidios polémicos

Precisamente, la disputa Guzmán, y Basualdo, se lleva a cabo con una realidad subyacente marcada por la disparada de los subsidios a las compañías distribuidoras.

En el primer trimestre del año, los subsidios demandaron $71.100 millones, un 184,9% más que en el mismo período de 2020 y un 363,5% más que en el de 2019, cuando comenzó el congelamiento de las tarifas.

La información se desprende del último reporte de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), en el que se indica que los subsidios del Estado nacional a empresas públicas y privadas y a fondos fiduciarios alcanzaron entre enero y marzo a $175.092,7 millones, con un incremento interanual del 171,4%.

En medio de la discrepancia entre el ministro y su subsecretario respecto del aumento de la tarifa del servicio de energía eléctrica, el peso que volvieron a cobrar los subsidios no solo representa una amenaza al propósito de reducir el déficit fiscal sino también un desequilibrio de precios relativos, si se tiene en cuenta que desde hace más de un año que los precios de los bienes aumentan más que los de los servicios.

Asimismo, la prolongación en el tiempo del congelamiento de las tarifas es objetada por los analistas del mercado eléctrico por considerar que afecta a las inversiones del sector y, a la larga, a la calidad del servicio.

Pero al igual que en los últimos quince años, el detalle de la composición de las transferencias deja en evidencia una mayor participación de las destinadas al sector energético, que por lo general representan las dos terceras partes del total general.

/* custom css */
.tdi_11_f29.td-a-rec{ text-align: center; }.tdi_11_f29 .td-element-style{ z-index: -1; }.tdi_11_f29.td-a-rec-img{ text-align: left; }.tdi_11_f29.td-a-rec-img img{ margin: 0 auto 0 0; }@media (max-width: 767px) { .tdi_11_f29.td-a-rec-img { text-align: center; } }