¿Te imaginas estar navegando por internet y encontrarte la imagen de un Boing 727 en medio de los árboles? Cualquiera diría que es mentira o es un montaje hecho por inteligencia artificial, pero nada más lejos de la realidad, resulta ser auténtico. Pero, ¿cómo ha llegado allí? ¿Se ha estrellado y lo han abandonado? ¿Ha llegado por otras razones?
Estas son algunas de las preguntas que el periodista y científico, Antonio Martínez Ron, se hizo al encontrarse dicha imagen. Comenzó a investigar y con unas pocas búsquedas logró llegar a su historia. Resulta que el avión es real, se encuentra en algún lugar al oeste de Portland, en Oregón (Estados Unidos), y se puede localizar en Google Maps.
Su historia
En medio del bosque se encuentra una increíble historia que se detalla en Greek Reporter. Se trata de un avión increíble, un fuselaje de un Boeing 727, diseñado para transportar hasta 200 pasajeros en su momento. Este avión perteneció originalmente a la compañía griega Olympic Airways, pero su historia no termina ahí.
En marzo de 1975, este mismo avión fue utilizado para repatriar el cuerpo de Aristóteles Onásis, el célebre empresario griego, de regreso a Grecia. En ese triste viaje, lo acompañaba su esposa Jacqueline.
Este avión fue adquirido por un ingeniero jubilado llamado Bruce Campbell y, en 2012, decidió trasladar el avión a su terreno personal y emprender una serie de reformas para convertirlo en su hogar.
Por lo tanto, lo que se puede apreciar desde una perspectiva de pájaro no es un avión abandonado y estrellado, sino más bien una peculiar cabaña en el bosque con un toque diferente. La operación de traslado y colocación del avión en este lugar fue costosa y requería el uso de grúas.
Vivir en un avión
Hace algo más de un año, Antonio Martínez, indago y escribió en Fogonazos sobre un avión-casa situado en una remota localidad de Alaska y se quedó con las ganas de saber cómo era por dentro aquella estructura y si sería cómodo vivir en un lugar así. Para ello se fijó en un reportaje en vídeo en el que el propio Bruce Campbell habla de su vida y muestra el interior de la “casa”.
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La triste realidad es que, como casa, el avión deja mucho que desear. En el reportaje se aprecia como el aire entra por todas partes y Campbell pasa un frío espantoso en invierno. El interior es todo lo contrario.
De esas confortables cabañas vanguardistas que vemos en los programas de arquitectura de La 2: está lleno de bártulos, la cabina impide una buena cobertura y subir y bajar a diario es realmente complicado. Solo hay que ver como se ducha el bueno de Campbell.
Al bajar al terreno, la imagen tan bonita vista al principio desde el dron, se convierte en una pequeña pesadilla porque a menudo los sueños que parecen envueltos en papel brillante están rellenos de mediocridad y algo de miseria.
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