En la tarde del sábado 25 de marzo, durante la clausura del Jubileo Diocesano por los 125 años de la creación de la Diócesis de Tucumán, fueron entronizadas reliquias del Beato Mamerto Esquiú donadas por la Arquidiócesis de Córdoba a la Iglesia de Tucumán.
La multitudinaria celebración tuvo lugar enfrente de la Catedral de Tucumán. Luego de la Oración Interreligiosa realizada en el Museo Casa Histórica junto al Nuncio Apostólico Mons. Miroslaw Adamczyk y representantes de diferentes Credos, fueron presentadas y posteriormente entronizadas reliquias del Beato Esquiú, ante la presencia de la imagen de la Virgen de la Merced, que fuera trasladada desde la Basílica de la Merced.
En manos de la niña del milagro, Emma Pacheco Paz, acompañada por sus padres, familiares y al doctor Carlos Juárez, presentaron y entregaron al Nuncio Apostólico reliquias del Beato Esquiú y un cuadro con su imagen.
Después de venerar las reliquias, Mons. Carlos Sánchez presentó «este hermoso testimonio de fe, porque aquí tenemos fe profunda, por eso le arrancamos milagros al Señor. Así como le arrancamos un milagro por la intercesión de la Beata Catalina hace 7 años, también la fe de esta familia le arrancó un milagro al Señor por intercesión del Beato Fray Mamerto Esquiú. Y acá está la depositaria del milagro, Ermmita, en quien el Señor ha hecho una obra maravillosa por intercesión del Beato Mamerto».
Seguidamente, el arzobispo Sánchez invitó al traumatólogo Juárez para que brinde su testimonio: «Yo he tenido la gracia del Señor de poder asistir a una pacientita que se nos moría primero, y después desarrolló una enfermedad en el fémur que la condenaba a ser discapacitada para siempre. Estábamos todos los médicos desesperados. Resumiendo la historia, conseguimos una reliquia del Beato Mamerto Esquiú, que en la desesperación se la dimos a la mamá y la familia comenzó a rezarle fuertemente al Beato, tan fuerte que le pasaban la reliquia -que era un pedacito de ropa con la cual había tocado el corazón incorrupto del Beato antes de que lo robaran-, por la zona enferma. Y en 15 días la paciente estaba totalmente curada y de una manera imposible. Así que dar gracias a Dios por escuchar a nuestro Beato y a él por interceder por nosotros. Fray Mamerto Esquiú, ruega por nosotros».
Para finalizar este momento, se realizaron súplicas por intercesión del Beato Mamerto. Luego las reliquias fueron trasladadas en manos del obispo auxiliar, Mons. Roberto Ferrari, hasta el interior de la Catedral donde quedaron entronizadas para la veneración de los fieles.
Posteriormente, las autoridades eclesiásticas se revistieron para iniciar la Eucaristía, que fue presidida por Mons. Miroslaw Adamczyk, Nuncio Apostólico, y concelebrada por los Obispos de la Región NOA: Mons. Mario Antonio Cargnello, Arzobispo Metropilitano de Salta; Mons. Carlos Sánchez, Arzobispo de Tucumán; Mons. Roberto José Ferrari, Obispo Auxiliar de Tucumán; Mons. Daniel Fernández, Obispo de Jujuy; Mons. Félix Paredes Cruz, Obispo de la Prelatura de Humahuaca; Mons. Vicente Bokalic Iglic, de Santiago del Estero; Mons. José Luis Corral de Añatuya; Mons. José Antonio Díaz, de Concepción, Tucumán; Cardenal Luis Villalba, Arzobispo Emérito de Tucumán; Mons. Francisco Polti, Obispo Emérito de Santiago del Estero; y Mons. Pedro Olmedo, Obispo Emérito de Humahuaca.