Los ahorristas temen perder todo. Directivos de empresas sospechadas denuncian amenazas y dicen que tienen miedo.

En un audio de casi 6 minutos, el máximo referente de Generación Zoe en la localidad cordobesa de Villa María, Claudio Alvarez señaló que se dio a la fuga junto con su familia por las amenazas recibidas: “Si no me ven ahora es por eso, nada más. Sé que ustedes harían lo mismo por sus hijas y su familia”, se justificó en un mensaje que envió a sus clientes. Alvarez está prófugo desde el viernes. La fiscal Juliana Companys ordenó su captura junto a 8 directivos por supuesta estafa y asociación ilícita, entre ellos sus máximos responsables: Leonardo Cositorto y su socio Maximiliano Batista.

Zoe es apenas una de las 35 empresas sospechadas por armar fraudes piramidales, porque ofrecen ganancias fabulosas. El esquema colapsa si no ingresan nuevos fondos, lo que genera preocupación y enojo en los ahorristas. Algo de eso ocurrió en las oficinas de Villa María, que bajaron sus persianas días antes del operativo judicial. “Ustedes saben cómo estuvo la situación. Últimamente con Zoe, el hecho de que no haya habido muchas ventas y no había el dinero para pagar, la gente se empezó a poner muy impaciente“, relató Alvarez, sin dar pistas sobre su paradero.

Alvarez era “el líder” de la filial de Zoe en Villa María y asegura que “tomé la decisión de abrirme con mi equipo (que también integra su madre y otros familiares) porque no sabía si se iba a pagar o no” a los inversores, muchos de los cuales vendieron autos, motos, terrenos y hasta dejaron sus empleos con la promesa de ganar dinero fácil y sin trabajar. Lo que prevalece hoy es una mezcla de temor y bronca, conductas muy habituales en las víctimas de este tipo de fraude, coinciden los investigadores.

Fuentes judiciales y organismos de control (Procelac, CNV y la IGJ) advierten que las denuncias crecen. Especialmente cuando surgen demoras en los pagos. Las reacciones son de incredulidad, sospecha, preocupación, la desesperación y la bronca. Casi en paralelo al escándalo de Zoe escaló otro, en este caso con Adhemar Capital, una financiera denunciada ante la Procelac. Desde hace días la organización creada por el autopromocionado gurú de las criptomonedas, Edgar Adhemar Bacchiani, entró en cesación de pagos para enojo de los ahorristas.

A Bacchiani lo llaman “El Pelado” y hasta hace dos meses alardeaba en una Ferrari roja. Hoy anda con custodia policial y acaba de postear un video como descargo. “En el último mes vivimos muchos episodios de violencia en las oficinas de Catamarca, Córdoba y Tucumán y en la calle también”, relató, vestido con remera de los Rolling Stones y anteojos de alta gama. Expresó que llegaron a incendiar el auto de un familiar de un ejecutivo de su compañía, y que muchos empleados “sufrieron aprietes, gritos y amenazas“.

En Catamarca sobre todo hay mucho enojo con Adhemar, cuya operatoria era tan grande que “se afectó el nivel de actividad económica de la provincia”, se lamentó el gobernador catamarqueño, Raúl Jalil. El clima allí es muy espeso: días atrás un ahorrista reclamó la devolución de su dinero con un arma en la mano. Después se supo que era de juguete. La firma de Bacchiani ofrecía intereses mensuales de hasta 23% en pesos y del 15% promedio en dólares durante 6 meses, con la posibilidad de recuperar el capital vencido el plazo.

Las sospechas apuntan a los altos retornos que ofrecen estas compañías, algunas de las cuales son globales. Tal es el caso de Ganancias Deportivas (GD), enfocada en el negocio de las apuestas online que llegaba a garantizar los resultados. GD afronta al menos una causa penal por presunta estafa, que fue radicada en San Rafael, Mendoza. En esa localidad causó furor y cientos de ahorristas lo perdieron todo. Las críticas apuntan a David Villegas, el principal promotor, que abandonó la compañía en setiembre, en medio de un escándalo.

Villegas hoy concentra las críticas de los inversores perjudicados, a los que convenció por medio de reuniones y foros de WhatsApp. Anteriormente, tenía una verdulería y de repente pasó a postear selfies con camionetas premium detrás. Aunque no está imputado en la causa, tiene que afrontar un juicio oral por otro motivo: su hija lo acusó de estafa.