El historial delictivo reciente de Ezra Miller es de sobra conocido y, a pesar de ello, parece que ninguno de sus actos vaya a tener una consecuencia legal especialmente significativa por el momento. Según Vanity Fair, esto se debe a los acuerdos de confidencialidad con el que se están acallando a las víctimas.

Tenemos que hablar de Ezra

Entre los múltiples delitos que acumula Miller en su haber están las agresiones, robos, grooming a menores, maltrato físico y psicológico, posesión de armas, amenazas y un largo etcétera. Tras un tiempo desaparecido del radar de la ley, Miller reapareció argumentando que tenía «serios problemas de salud mental» y que iba a estar en tratamiento para solucionarlos.

Dejando a un lado sus detenciones esporádicas, llama la atención que en la mayoría de los casos Miller haya salido de los altercados prácticamente sin consecuencias legales contra su persona.

Vanity Fair confirmó la existencia de acuerdos de confidencialidad con los que presuntamente se están acallando a las víctimas de varios de los delitos de Miller. Según varias fuentes, se está llegando a un acuerdo económico con los afectados para evitar que presenten cargos, lo que podría explicar que, en casos como la agresión a una mujer con una silla o el acoso a una pareja en Hawai, finalmente las denuncias fueran retiradas.

A esto hay que añadir las inquietantes declaraciones de la ex prometida de Miller en 2016, que comenta cómo le hacía «luz de gas»: intentaba convencer a sus amigos de que ella era una persona abusiva y, cuando ella le reclamaba alguna falta de respeto, el intérprete negaba sus responsabilidad y la llamaba maltratadora. Según cuenta, Miller rompió con ella después de contratar a un consejero espiritual que la consideraba «un parásito».

Todo esto no hace sino añadir más leña al fuego sobre el incierto futuro de ‘The Flash’, la ambiciosa apuesta de Warner de impulsar el universo compartido de DC y que sigue pendiendo de un hilo.