Tejer apoyos por abajo para cuidar los votos propios la noche del domingo de las PASO. En esa operación está inmerso Juan Grabois, mientras intenta apuntalar su precandidatura presidencial frente al poderoso aparato con el que cuenta su rival en la interna de Unión por la Patria, el ministro Sergio Massa.
El líder del MTE y del Frente Patria Grande se reunió el lunes con Emilio Pérsico, jefe del Movimiento Evita y aliado suyo en el gremio de la economía popular UTEP. Fue un cónclave de puro contenido electoral: Grabois le pidió a su par de la organización social más grande del oficialismo que le aportara fiscales para los comicios del 13 de agosto, según confiaron a elDiarioAR distintas fuentes territoriales.
La necesidad es mayúscula: se estima que este año solo en la provincia de Buenos Aires –el distrito más populoso del país– habrá unas 40.000 mesas para que voten las 14 millones de personas anotadas en el padrón. Ante semejante operativo, se calcula que cada fuerza política debería contar por lo menos con unos 60 mil fiscales, entre titulares y un porcentaje de suplentes.
Pérsico le garantizó a Grabois hacerle un aporte en ese sentido –no para todas las mesas, pero sí para muchas–, aunque la letra chica de la negociación contempla que no habrá campaña explícita del Evita a favor del dirigente cercano a Cristina Kirchner. Los apoyos, a lo sumo, serán silvestres.
“Tendremos fiscales del Evita. Ellos nos van a ayudar”, recogió este medio de una de las voces cercanas al precandidato como la conclusión más relevante. “La necesidad es clara, porque la fiscalización es un quilombo para las PASO”, apuntó otra fuente que conoce en detalle el armado electoral de las agrupaciones populares.
La cancha inclinada
El encuentro de comienzo de semana entre Pérsico y Grabois ocurrió en la sede porteña del Evita. La convocatoria fue nutrida entre viejos conocidos: estuvieron, entre otros, los eviteros Alejandro Gramajo –funcionario en Desarrollo Social–, Gildo Onorato –responsable de su armado político, el partido La Patria de lxs Comunes– y Agustín Balladares –precandidato a intendente de Lanús–. Grabois contó entre sus filas a Nicolás Caropresi, referente del MTE.
Según uno de los involucrados directos, la reunión fue “en excelentes términos”. Entre las dos orgas hay coincidencias programáticas, pero la coyuntura devela diferencias tácticas a nivel electoral. Fiel a su pragmatismo, el Evita ya anunció la semana pasada que no se definirá explícitamente por ninguno de los dos contendientes oficialistas. De hecho, el viernes pasado Pérsico se reunió con Massa, según consignó el diario Clarín.
“No vamos a tomar partido públicamente porque necesitamos tanto los votos de Massa como los de Grabois, por lo que haremos campaña por ambos”, aclaró Pérsico en los medios. De ese cónclave participó junto a otro referente de su agrupación, Fernando “Chino” Navarro; el jefe de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Juan Carlos Alderete, y el líder de Somos-Barrios de Pie, Daniel Menéndez.
El lunes, el jefe del Evita le argumentó personalmente a Grabois su posicionamiento: no quiere “anular” a ninguno de los dos precandidatos presidenciales, pudo reconstruir elDiarioAR. Le reiteró que su prioridad está en pelear las PASO en los municipios del conurbano donde postula a precandidatos a intendentes propios.
Además de Lanús, el movimiento también lleva competidores en enclaves del conurbano como La Matanza –con su esposa, Patricia Cubría, desafiando al histórico Fernando Espinoza–, San Martín –a través del diputado Leonardo Grosso– y Tres de Febrero –con la concejala Lis Díaz–. Aunque le faltan fiscales, Grabois tiene asegurado que su boleta no será corta: irá pegada junto al resto de los tramos inferiores de UP, incluido el de Axel Kicillof por la reelección en la provincia.
Grabois le planteó a Pérsico la importancia de la “expresión política” que tiene su precandidatura como contracara a un escenario electoral corrido hacia el centro y a la derecha, donde incluye al propio Massa. Ni que hablar de los opositores de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, y el libertario Javier Milei.
El líder del Patria Grande tiene la cancha por demás inclinada. Menéndez, que es un viejo conocido de Massa y es vicepresidente de la Patria de lxs Comunes, impulsó días atrás un comunicado de su organización explicitando su alineamiento al ministro de Economía.
La declaración llegó a dividir aguas en la base popular kirchnerista: Pérsico debió aclarar su “neutralidad”, pero desde el Evita, Gildo Onorato afirmó que votará a Grabois. “Ese comunicado nos pareció al pedo”, dijeron en el MTE sobre Barrios de Pie. Pese al distanciamiento, el referente del MTE caminó por Fuerte Apache con Menéndez la semana pasada. Sabe que corre en desventaja, pero busca construir a futuro, avizorando un escenario de ajuste por el acuerdo con el FMI: “Si nos va relativamente bien, podemos lograr una buena posición para adelante”, entendieron a su lado. El variopinto panorama de las encuestas le ofrece chances escasas en las PASO: entre dos y cinco puntos.
MC