Estamos de boda. De pronto suenan los instrumentos, suena la canción que da título al episodio: ‘Las lluvias de Castamere‘. Inmediatamente los que ya habíamos leído los libros sabemos que va a estallar todo. Los que no, se imaginan que algo malo va a pasar. Ese 2 de junio de 2013, ‘Juego de tronoscruzó un punto de no retorno con el episodio que lo cambió todo.

Considerado como uno de los mejores episodios de toda la serie, la novena entrega de la temporada 3 de ‘Juego de tronos’ supuso todo un antes y un después. Ese momento en el que sabemos que, efectivamente, en este juego nadie está a salvo. La boda roja acabó con la vida del rey en el norte Robb Stark (Richard Madden), de su esposa y su madre.

Ese «Los Lannister envían recuerdos» es recordado como uno de los grandes momentos televisivos de lo que llevamos de siglo, como cumbre de un episodio que, más allá de la Boda Roja ya era bastante bueno de por sí. Uno de los mejores de toda la serie y de una de sus tres mejores temporadas.

Más peligro que una boda en Poniente

Un momento que, como muchos de los de la serie está cogido directamente de los libros de George R.R. Martin. Concretamente de ‘Tormenta de espadas‘, la extensa (en España tuvo que dividirse en dos tomos en su edición original) tercera entrega de ‘Canción de Hielo y Fuego’. Un giro que, como bien explica el autor, para él era el siguiente paso lógico en la guerra de los Siete Reinos:

«Me gusta que mi ficción sea impredecible. Sabía [que mataría a Robb Stark] casi desde el principio [de escribir el primer libro]. Maté a Ned porque todos piensan «Es el héroe [y] claro, se meterá en problemas, pero de algún modo se las arreglará». La siguiente cosa predecible es pensar que su hijo mayor se alzará y vengará a su madre. Todo el mundo lo va a esperar. Así que [matar a Robb] inmediatamente se convirtió en los siguiente que tenía que hacer. Fue la escena más dura que jamás he tenido que escribir. Está en el segundo tercio del libro, pero lo salté cuando llegué a ello. Así que todo el libro fue terminado y todavía quedaba este capítulo. Entonces lo escribí. Era como asesinar a dos de tus hijos.»

Por su parte, Dan Weiss, coshowrunner de la serie junto a David Benioff, explicó que la importancia de la Boda Roja radicaba no solo en el impactante giro en sí, sino de la energía que esto iba a insuflar en ‘Juego de tronos’. Iba a ser el punto de no retorno que les iba a garantizar terminar la ambiciosa adaptación:

«La Boda Roja era eso de lo que siempre nos hemos dicho «Si llegamos a este momento que está en los libros y si lo hacemos bien, entonces [la serie] estará en un buen lugar y la energía que ese [giro] inyectará a la historia será suficiente para llevarnos al final». Cuando llegó el momento de rodarlo, hubo demasiada presión. Lo logramos, lo que está genial, pero dado el donde estaba la serie en esa época [en cuestión de recursos de producción] fue una cosa muy compleja de rodar y hacerlo bien.»

Y, como el tiempo ha demostrado, así ha sido. A pesar de que la gente luego tuvo sus más y sus menos con la serie una vez sobrepasado el material original, la sed de vengar al clan huargo y ver cómo se termina de resolver la guerra nos mantuvo en vilo cinco temporadas más.

En Espinof | Lo peor de ‘Juego de tronos’