La cuarentena no sólo confinó a las personas dentro de sus casas, sino que además les ha generado un efecto nocivo contra la salud. Según reveló una encuesta de la Sociedad Argentina de Nutrición, 8 de cada 10 argentinos subieron de peso durante el aislamiento obligatorio.

En el estudio, denominado «Impacto de la cuarentena en los hábitos de los argentinos» (realizado en forma online, mediante la aplicación de Encuestas Google, con método de respuestas cerradas), los 5458 adultos (18 a 70 años) que participaron refirieron como principales causas del aumento de peso una mayor ingesta de alimentos y/o bebidas y la disminución de la actividad física.

«El aumento de peso no es solamente por no hacer actividad física y comer otras cosas, sino también por no dormir adecuadamente y no tener una rutina», explicó la licenciada en nutrición Luciana Aressi. Asimismo, aseguró: «Trabajo con muchos deportistas y les pasa que no han cumplido los objetivos, aumentan la masa adiposa, están desordenados con las comidas y eso lleva al sobrepeso».

Por otro lado, el Instituto de Tecnología de Universidad Argentina de la Empresa (UADE) realizó una encuesta con el objetivo conocer los hábitos alimentarios y de actividad física durante la pandemia de residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.

El estudio mostró que más del 80% de los encuestados salió al menos una vez de su domicilio durante el período analizado, con un promedio de tres veces por semana. Los principales motivos de las salidas fueron a realizar compras indispensables de comida. Sin embargo, entre un 15% y un 22% utilizó las salidas como forma de despejarse.

Los servicios de entrega a domicilio de productos han sido utilizados sólo por el 35% de los encuestados, con un promedio de dos pedidos en el período estudiado. El 31% ha realizado pedidos de comida lista a domicilio (delivery) y, en promedio, realizaron dos pedidos durante el aislamiento.

Por su parte, el aumento del tiempo libre llevó a que más de la mitad de los encuestados prepararan comidas que antes no solían cocinar. Uno de los cambios de comportamiento que se han visualizado durante el aislamiento es el comer por aburrimiento. En cuanto a la actividad física, el 60% de los encuestados tenía el hábito de realizar actividad física previo al aislamiento.

El uso de Internet para realizar actividad física fue utilizado por el 40% de los encuestados. En cambio, el uso de la tecnología para comunicarse con familiares y amigos fue en un 28 por ciento.