Todos los protagonistas conviven en una misma casa, en el interior del departamento Pomán. El niño tiene 11 años y era abusado desde los 8.
Los abusos intrafamiliares salieron a luz, luego de que un tío de 30 años intentara abusar sexualmente de su sobrina de 15, la víctima, al igual que toda su familia, recibieron atención psicológica.
Fue la profesional quien al entrevistarse con cada uno de los integrantes del grupo familiar descubrió que un hermanito de la adolescente, de 11 años, estaba siendo víctima también de abuso sexual por un familiar. Según informaron voceros cercanos al expediente a este diario, el niño le habría revelado a la profesional que su hermanastro -un sujeto mayor de edad de quien se reservan sus datos personales para no identificar a la criatura- lo sometía sexualmente desde que tenía aproximadamente ocho años, pero que nunca le contó a nadie por miedo y vergüenza. Al parecer, los abusos ocurrían dentro de la casa, donde convivía el ahora detenido, su madre y sus hermanastros, en horas de la noche, cuando todos dormían, aparentemente en la habitación que ambos compartían.
Tras conocer el desgarrador relato del pequeño, la psicóloga le informó de la situación a la madre de la víctima y del victimario, quien resolvió presentarse ante la Policía local y denunciar a su propio hijo por el abuso sexual de su otro hijo, un niño de 11 años.
Tras la denuncia, la Policía puso en conocimiento del hecho a la fiscal de Andalgalá, Dra. Miriam López, quien dispuso, luego del protocolo de abuso sexual al niño, el que dio positivo, la inmediata detención de su hermanastro.
Medida judicial que se cumplimentó entre la tarde noche del miércoles, en el domicilio familiar. Ahora, se encuentra privado de la libertad en la comisaría, a la espera de ser indagado por la Fiscalía.