Marcos y Franco se encontraban disfrutando de una mañana como cualquier otra en una famosa casa de comidas de la Avenida Córdoba y Medrano, en el barrio porteño de Palermo. Algunos minutos después de su llegada, un hombre de aproximadamente 30 años irrumpió en el local y los agredió brutalmente. “Putos de mierda”, les decía mientras los golpeaba sin parar.

Tras la golpiza, los jóvenes contaron su historia en las redes y mostraron fotografías de cómo había quedado su rostro. Tal fueron las marcas que a uno de ellos de le tuvieron que hacer cuatro puntos en la cara.

“El lunes, después de salir del boliche, fuimos a desayunar con un amigo a un local de comidas rápidas de Córdoba y Medrano, en el barrio porteño de Palermo. Un chico nos empezó a insultar. Nos gritaba putos de mierda. Muertos de hambre. No tienen ni para comer. Nos tiró la gaseosa en la cara. Nos pegó a los dos con un manojo de llaves. Me desmayé y me tuvieron que hacer puntos. Nos molió a palos a mi amigo y a mí”, relataron.

Y agregaron: “De la nada uno hombre nos empieza a insultar, el de seguridad lo separa. A nosotros nos sentó en una mesa y al gresor en la otra punta. Pero cuando salimos el muchacho regresó y me golpeó.  No pude reaccionar porque tenía la cara llena de sangre, me desvanecí y lo único que recuerdo es que estaba en el baño y unos chicos me ayudaron”.

Los jóvenes hicieron la denuncia en la policía y confirmaron que no conocían al agresor. “Fue un ataque homofóbico. Basta de violencia, basta de naturalizar estos ataques!”