Los repartidores de la red Deliveroo en Bélgica no pueden ser recalificados como empleados con contratos que representan obligaciones fiscales y de seguridad social a la empresa, decidió este miércoles una corte laboral belga.

La decisión judicial se refiere a una minoría de los entregadores de Deliveroo en Bélgica, pero la empresa reivindicó una «victoria», ante la crítica de fuentes sindicales locales.

En el proceso, el Auditor de Trabajo y la Oficina Nacional de Seguridad Social exigían judicialmente que Deliveroo pague una pesada multa por retrasos en las contribuciones debidas por la seguridad social de un grupo de empleados.

La Corte, sin embargo, consideró que ante la ausencia de contratos de trabajo no era posible determinar «consecuencias fiscales eventuales» que se aplican para trabajadores asalariados.

Para el Tribunal Laboral francófono de Bruselas, la «relación de trabajo» entre Deliveroo y los 115 mensajeros litigantes «no puede ser considerada un contrato de trabajo».

Martin Willems, dirigente de la influyente Confederación de Sindicatos Cristianos (CSC), consideró «asombroso» que el tribunal «no encuentre subordinación legal [entre los repartidores y el empleador] a pesar de una fuerte subordinación económica».

«Esta sentencia no favorece a nadie, y mucho menos a los mensajeros y repartidores que quieran beneficiarse de los derechos de otros trabajadores, como la protección social o el seguro de accidentes de trabajo con coberturas reales dignas de su nombre», añadió.

Por su parte, un portavoz de Deliveroo indicó a AFP que el fallo era una «victoria» de la empresa.

«Es una victoria desde el punto de vista jurídico para Deliveroo. Y también para los mensajeros que hicieron esta opción conscientes de trabajar de forma independiente, con la flexibilidad que deseaban», dijo el portavoz Rodolphe Van Nuffel.

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