Las filas no solo estuvieron presentes en bancos y en las sedes de tarjetas de crédito, sino también en los locales de pago de servicios y de las casas de electrodomésticos. En el caso de estas últimas, el Gobierno nacional las autorizó a abrir sus puertas para que sus clientes puedan pagar los productos que adquirieron a crédito.
Las colas, tanto en bancos como en los locales privados, superaron ampliamente los 100 metros.
La gran cantidad de personas en las calles de la ciudad hacían parecer que el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por Nación y ratificado por la Provincia había concluido. Es que no solo se vio gente esperando poder ser atendida en los bancos y en los locales de pago, sino también circulando por la peatonal Rivadavia. En ese marco y ante la cantidad de gente, los oficiales de Policía que circulan por el centro capitalino, se debieron limitar a pedir a los transeúntes que respeten el distanciamiento social de un metro y medio.
Por otra parte y si bien los bancos iban abrir hasta las 17, producto de la gran cantidad de gente que quería ser atendida, algunas entidades debieron extender el horario de atención hasta cerca de las 20.
Las colas no solo se registraron en los bancos donde se pagan jubilaciones, pensiones y AUH, sino también en las entidades, donde únicamente se atendían con turno para trámites específicos.
Para evitar inconvenientes, la semana pasada el Banco Central de la República Argentina había emitido una resolución sobre cómo iban a trabajar los bancos durante esta semana. “Durante la semana del 13 al 17 de abril podrán asistir las personas con turno previo para realizar diferentes operaciones que no sean por ventanilla, tanto para cuentas de personas humanas como personas jurídicas”, había indicado el organismo nacional.
En ese sentido, la atención por ventanilla quedaba exclusivamente reservada para el pago de jubilaciones y pensiones, pero solo los días que indica el calendario de la ANSES. Los jubilados o pensionados no necesitaban turno.
En las afueras de los bancos, el Municipio y la Provincia habían dispuesto la instalación de sillas para que la gente espere sentada su turno. Sin embargo y por la lluvia de ayer, las personas prefirieron esperar paradas al resguardo de las galerías de los locales comerciales.
Una situación particular se vivió en la casa central del Banco Nación en la ciudad, ubicada en la intersección de República y Sarmiento. Es que aparte de las personas que cobraban por ventanilla (jubilados y pensionados) y los que habían solicitado turno para poder realizar algún trámite, se acercaron a la entidad, empleados públicos que no habían conseguido un turno mediante la página Web de la institución bancaria estatal. Estos empleados, en su mayoría, eran los que solicitan el stop debit para evitar que las financieras descuentes las cuotas de sus créditos de sus cuentas.
En ese marco, la gerente zonal del BNA, María Nur indicó que se debió incrementar la cantidad de números otorgados para poder atender todos los reclamos. «Nosotros estamos atendiendo por turnos y número de DNI. Entregamos cerca de 100 turnos por días y aún así nos vimos desbordados», manifestó
«Ante esta situación vamos a entregar más números y vamos a convocar a más personal del que estaba previsto para poder solucionar los reclamos de la gente», adelantó.
La gerenta resaltó que la gente que se acercó al banco a pesar de no tener turno eran personas que no tienen tarjeta de débito y empleados que «se dieron que les habían descontando en sus haberes y tenían muy poco dinero para cobrar».
En ese marco, explicó que se está trabajando con «la reversa», mecanismo con el cual el banco les acredita a estos usuarios el dinero que les fue debitado. Este trámite se hace mediante un requerimiento formal del afectado, por lo que la entidad dispuso de una nueva caja para receptar estos pedidos.
«La gente que vino esta mañana son la que no tenían turno y vinieron a plantear la necesidad de que agilicemos la devolución de la plata a sus cuentas, ya que no tenían dinero”, dijo.