*Nota de Opinión

La fallida visita del Presidente de la Nación, Alberto Fernández a la provincia de Catamarca, y  la posibilidad de que parte de la comitiva presidencial porte el virus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad COVID-19,  trajo algunas perlitas para analizar.

Antes que nada, eran más los catamarqueños que no estaban de acuerdo con la llegada del profesor AF que los militantes de siempre que esperaban su arribo. Muchos lo votaron y sin embargo, en esta no lo apoyaron.  Reina una sensación de que estamos bien y no hay necesidad de que nadie venga a ponernos en riesgo, ni siquiera el Presidente (o mucho menos él). Ante este sismo social, hubo un esfuerzo notable del Gobierno Provincial por explicar  que se cumplirían todos los protocolos habidos y por haber para garantizar la protección sanitaria. Esto no fue suficiente, aunque algunos otros actores políticos quisieron bancar la parada de una oposición tibia (como viene  siendo el radicalismo de los últimos años) que aprovechó la volada popular para criticar al oficialismo.

A su vez, al aceptar la invitación del Gobernador Raúl Jalil el Presidente se equivocó, no sólo porque a los catamarqueños no les caía en gracia la visita por una cuestión de miedo racional. Sino también,  porque puso en juego parte de la buena percepción  que tienen los catamarqueños de Él. Pudo haber quedado como “yeta”, ya que visitó Formosa hace poco menos de 15 días y  la otra provincia que compartía con Catamarca el 0 en casos tras las Pandemia Mundial, ahora ya tiene más de 20 personas siendo tratadas por la enfermedad. Si lo mismo sucedía en Catamarca, iba a ser difícil limpiar esa calificación de “mufa” al Presidente.

El Gobernador catamarqueño, también cometió un grosero error, decidió mostrar que a pesar de que el Presidente no pudo venir a la provincia firmó los convenios “con los ministerios nacionales para financiar obras y programas en Catamarca”. Es decir, se podían firmar los convenios sin la necesidad de que la comitiva bonaerense ingrese a la Provincia. La decisión de mostrar eso, tiene poco de lógica y mucho de ansiedad.

El párrafo aparte, es para los oportunistas políticos de siempre. No se les ocurrió mejor idea a muchos de los que hoy por hoy ocupan un cargo provincial o nacional que publicar fotos con el Presidente Alberto Fernández en su última visita a la Provincia, que fue antes de la Pandemia, y lógicamente nadie  usaba barbijos. Esto provocó que circulen por redes sociales las fotos sin barbijos de Presidente y Gobernador,  alimentando más aún la indignación general. Es sabido, que a estos muchachos y muchachas de la política les gusta pavonearse por Facebook y Whatsapp, pero les faltan estrategias de comunicación o mínimamente pensar antes de publicar. El Gobierno tuvo que salir a aclarar por algunos medios de comunicación afines que se trataba de una “fake new” lo de las fotos sin barbijo. Pero la verdad es que ni siquiera llegó a ser una noticia falsa, fue pura negligencia de aquellos que son los responsables de que la sociedad vea  a los políticos como los ineptos e incapaces de siempre.

Finalmente, el malestar popular se aplacó con la noticia de que el Presidente no venía a Catamarca, el video de menos de un minuto de Alberto Fernández hablándole a los catamarqueños fue un verdadero acierto (entendí que fue idea del Gobernador Raúl Jalil que lo haga) más aún cuando sobre el final nombra a  la Virgen.

 Ahora, será cuestión de cada uno creer o no  si esto es un milagro, muchos ya han expresado su agradecimiento,  no solo a la Virgen del Valle sino también a Fray Mamerto Esquiú, que está demostrando estar a la altura de las circunstancias. No será cuestión de andar chupando picaportes pensando que tenemos la protección divina como bien me marcó una amiga. Pero algún mérito le podríamos reconocer.

*Por Silvio Iramaín, Comunicador Social

Silvio Iramaín

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