Avanza la causa
La Orden Franciscana a la espera de la beatificación de Esquiú
Fray Emilio Andrada, Ministro Provincial y Definitorio de la Provincia Franciscana de la Asunción, dialogó con el periodista José Alsina Alcobért en el programa En La Mira (La Isla FM), al cumplirse este lunes el 194° aniversario del natalicio de Fray Mamerto Esquiú.

eldiariodecatamarcaPara la Orden Franciscana la beatificación de Fray Mamerto Esquiú es prioridad uno. – eldiariodecatamarca.com


El franciscano recordó parte de la vida del venerable Esquiú y expresó la satisfacción por el importante paso que logró la causa y destacó que la comunidad que eligió Esquiú para dedicar su vida aguarda con ansias la espera de su pronta beatificación.


“Le falta muy poquito, falta que los cardenales evalúen lo reunido en esta causa. Pasaron tantos siglos que no van a leer todo el material, sino lo ultimo y darán el curso”, destacó.


En este contexto, señaló que para el encargado de la causa por la orden franciscana en Roma, “la causa de Fray Mamerto Esquiú es prioridad uno”.


Destacó que la orden franciscana esperaba que este año se diera la beatificación, pero consideró que la pandemia modificó los tiempos y las reuniones que estaban previstas.


Recordó los pasos que restan en la causa y dijo que tras la aprobación del milagro por parte de los teólogos, Los cardenales son quienes tienen en sus manos la evaluación, “son imparciales pero también son creyentes”, dijo fray Emilio. “Luego pasará a manos del papa y él dispondrá cuando y donde será su beatificación”.


Una figura con mucha trascendencia


El franciscano también recordó la vida de Esquiú y las virtudes demostradas a lo largo de los años que lo llevaron a iniciar el camino de la santidad.


“Su opción de vida fue estar al servicio de la gente a través de la orden franciscana. Veneraba a San Francisco de Asís, era su padre espiritual”, dijo.


Sostuvo que Fray Mamerto Esquiú vivió a lo largo de su vida las virtudes cristianas que tan intensamente vivió en San Francisco. “No todos podemos reproducir todas las cualidades y virtudes cristianas de San Francisco, pero Fray Mamerto Esquiú tenía esa virtud. Su humildad, podría haber no haberla tenido, por la fama q tenía pero no lo hizo; fue diputado por cinco años porque el pueblo lo eligió y porque quería prestar un servicio. Fue reelegido pero el empezó a viajar para eludir esa responsabilidad”, recordó.


Fray Emilio también recordó que la humildad de Esquiú lo llevó a renunciar a la designación de Obispo y que esta renuncia fue tan tajante que la respetaron. Pero ante una segunda designación como Obispo de Córdoba no pudo negarse.


Opinó que la vida de Esquiú tiene muchos aspectos para abordar, desde lo religioso, “solo con contemplar su manera de vivir ya era ejemplar; era un intelectual, tenía una importante biblioteca, se recibió de profesor, enseño Teología en Catamarca, tenía una capacidad intelectual importante. Estaba al servicio de los demás y buscaba la unión del pueblo, de las instituciones y las leyes que proponía tenían la intención de mejorar la calidad de vida de las personas. Tuvo un espíritu inquieto, anduvo por América Latina, viajó a Tierra Santa, en un viaje que duró 3 meses gracias a la ayuda de su hermano Odorico”, recordó.


También aportó un dato muy interesante y ese viaje quedó registrado en una placa que permanece colocada en un templo donde estuvo la Virgen, en Jerusalem, que Esquiú había estado visitando. “Que se haya considerado su paso por Jerusalem y que haya una placa que lo recuerda es importante”, destacó.


Tras su viaje y al haber visitado a dos Papas, Esquiú regresó a Argentina, y “colaboró mucho para que la orden franciscana recuperara la fraternidad”, destacó.


Explicó que los miembros de la orden se mantuvieron siempre en soledad y que Esquiú fue el impulsor para que esta vida solitaria se reconvirtiera. “Colaboró mucho par que los frailes vivamos en fraternidad y en unión común”, destacó.