El laboratorio estadounidense Moderna anunció este martes que su vacuna contra el coronavirus COVID-19 produjo anticuerpos suficientes para neutralizar la enfermedad en los pacientes que recibieron la dosis.
Según explicaron los científicos, estas personas desarrollaron una cantidad de anticuerpos comparable a la de aquellas personas que superaron la enfermedad de manera natural.
La doctora Lisa Jackson, quien lideró el estudio, indicó que los resultados son “un paso esencial necesario para seguir adelante con los estudios que pueden realmente determinar si la vacuna protege contra la infección”.
Ninguno de los voluntarios reportó efectos secundarios graves, aunque más de la mitad de ellos informaron sufrir síntomas similares a la gripe (fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, fiebre y dolor en el lugar de la inyección), algo que suele suceder con otras vacunas. Los síntomas duraron solo un día, indicaron los científicos, y no revisten una gravedad que implique la necesidad de terminar con los ensayos.
El anuncio tiene lugar el mismo día en el que la compañía farmacéutica anunció que iniciará la tercera y última etapa de pruebas alrededor del 27 de julio. Entonces, las vacunas serán administradas a 30.000 personas en 87 locaciones distintas a lo largo de Estados Unidos.
Los sujetos del ensayo ayudarán a comparar la vacuna con inyecciones de placebo y a evaluar si dos dosis de la vacuna, conocida como ARNm-1273, confirman los resultados del ensayo inicial al producir anticuerpos contra el Covid-19.
A diferencia de las vacunas tradicionales, que inyectan un virus debilitado o inactivo, o un fragmento de virus, para desencadenar una respuesta inmune, el producto Moderna utiliza material genético llamado ARN mensajero para hacer que las células produzcan la proteína espiga del coronavirus.
El tratamiento requiere de la inyección de dos dosis, administradas con un mes de diferencia. La primera derivó en la generación de anticuerpos, mientras que la segunda produjo una respuesta inmune significativa.
Los voluntarios involucrados en la primer etapa del estudio fueron jóvenes y adultos de entre 18 y 55 años en buen estado de salud. La segunda, que finalizó en mayo, se expandió e incluyó a personas de mayor edad, entre ellas algunas se encuentran dentro de la ventana calificada como riesgosa. Esos resultados todavía no han sido publicados.
La tercera y última etapa, en tanto, incluirá a personas de edad aún más avanzada y otras con condiciones preexistentes. Es decir, quienes han representado la mayor cantidad de decesos como consecuencia del nuevo coronavirus.